Armengol defiende la legitimidad del Congreso y censura «la crispación»

Desde la tribuna, ha señalado el «momento complejo» que vive el país y ha defendido, sin nombrarlas directamente, las negociaciones de investidura de Pedro Sánchez para reeditar la presidencia del Congreso, que han incluido, entre otros acuerdos, el pacto para sacar adelante una ley de amistía con Junts y Esquerra. «La formación del nuevo Gobierno ha necesitado de tiempo, diálogo, negociación y toma de decisiones. La decisión de esta mayoría parlamentaria es legítima y emana de la voluntad de los ciudadanos ejercida el 23 de julio. Distorsionar la realidad o cuestionar importantes valores democráticos, desde la opacidad de la disputa, solo va a aumentar la desafección de la sociedad hacia las instituciones», ha apostillado.

En este contexto, ha advertido de que «distorsionar la realidad o cuestionar importantes valores democráticos, desde la opacidad de ladisputa, solo va a aumentar la desafección de la sociedad hacia las instituciones».

Ante la «crispación, polarización y ruido», la tercera autoridad del Estado ha llamado a los miembros del Congreso y el Senado a actuar «desde la transparencia y el respeto», haciendo del debate «el medio adecuado para determinar el interés general, el bien común y la verdad compartida», y ejercitando la «escucha activa».

Un discruso aplaudido por todos los parlamentarios a excepción de los miembros del PP, como es el caso de Cayetana Álvarez de Toledo, que ha definido de «sectario» el discurso de Armengol. «Nunca un presidente del Congreso había hecho un uso tan sectario y espurio de su cargo como en estos momentos Francina Armengol», ha señalado en redes sociales.

La secretaria general de los populares y ya exportavoz parlamentaria de su grupo, Cuca Gamarra, ha expresado en el patio del Congreso su indignación por un mensaje que considera «sectario y excluyente» de la que es la tercera autoridad del Estado.

Armengol había comenzado su intervención recordando la inauguración de la primera expreiencia parlamentaria en España, la Cortes de León, reunidas por primera vez marzo de 1188 por el rey Alfonso IX.

La presidenta de la Cámara baja ha llamado a los diputados y senadores a ejercer su labor de forma «honesta» y defender la Constitución. También ha recordado los acontecimientos que azotaron la pasada legislatura como la pandemia y ha señalado a España como «una nación que se erige como pilar de estabilidad social y económica» pese a «a la polarización global».

Armengol ha calificado de «durísima tragedia» el conflicto entre Israel y Palestina, y ha respaldado la solución propuesta por el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, de un alto el fuego definitivo en la región: «la pesadilla de Gaza es más que una crisis humanitaria, es una crisis de la humanidad. Ninguna parte en un conflicto armado está por encima del derecho internacional humanitario». Pronuncia estas palabras en plena crisis diplomática con Israel, en la que el Estado hebreo ha censurado las palabras de Pedro Sánchez, pidiendo el reconocimiento de Palestina como país, y le acusa de «respaldar el terrorismo de Hamás».

Como hitos de la democracia española, Armengol ha señalado la ley de Sanidad general, la ley divorcio, el matrimonio igualitario o la suspensión del servicio militar obligatorio.

También ha defendido «la España que hemos empezado a dibujar» desde, por ejemplo, la implatación del uso de todas las lenguas cooficiales en el Congreso. «La España real, formada por gentes y pueblos distintos que, a partir del reconocimiento de su diversidad, tiene ahora una nueva oportunidad para avanzar. La España que imagina, que pensa, que fala, que abesten duen en castellano, catalán, galego o euskera», ha zanjado.