El ministro de Asuntores Exteriores, José Manuel Albares, ha vuelto a insistir este viernes en que las gestiones diplomáticas que realizó España en la residencia oficial del embajador Caracas se limitaron a ofrecer un «espacio de seguridad» para que el líder opositor pudiera «pensar, decidir, ... hablar y reunirse con quien quisiera», incluyendo la firma del documento en el que admitía, según él, bajo «coacción», la victoria de Nicolás Maduro en las elecciones del 28 de julio.
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«Ni al embajador ni a mí nos trasladó ninguna anomalía el tiempo que pasó en la residencia», ha afirmado el máximo representante de la diplomacia española. Lo ha hecho en una entrevista en La Hora de TVE, apenas unas horas después de que el candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) difundiese un comunicado negando haber recibido «ningún tipo de presión» del Gobierno español para ser trasladado y asilado en este país.
Ni los cuatro mensajes oficiales que ha compartido González desde su llegada a España el 8 de septiembre ni las explicaciones de Albares, a preguntas directas, han servido para aclarar aún si el embajador Ramón Santos estuvo presente en la firma del documento que permitió al dirigente opositor pedir asilo en España con los hermanos Delcy y Jorge Rodríguez -vicepresidenta de Venezuela y presidente de la Asamblea venezolana, respectivamente– y cuyas imágenes difundió el Gobierno de Venezuela.
Albares se ha limitado a negar, como ya hizo el jueves desde Bruselas, que el Ejecutivo español o la Embajada participasen en la elaboración del documento y ha instado a que sea el propio González quien responda a todas las incógnitas en torno a su salida. Asimismo, ha lamentado que la formación de Alberto Nuñez Feijóo no haya pedido perdón por las acusaciones vertidas contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez de que participó en las coacciones y en un «golpe de Estado» de Maduro.
En las filas del PP ha sido el visecretario Elías Bendodo el encargado de dar la réplica a Albares. En un tono más comedido que el que empleó su compañero de partido Esteban González Pons en la víspera, el dirigente popular ha perseverado en involucrar al embajador Ramón Santos al que achaca haber sido «testigo de coacciones» y que haya sido la residencia oficial «el lugar donde se han producido».
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Asimismo, haciéndose eco de las informaciones periodísticas que sitúan a un colaborador del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en la Embajada, el PP ha tachado de «absoluto escándalo» lo que se está conociendo en torno a «esta nueva conexión con Venezuela».
«Aquí hay una clave de bóveda: en el escándalo de Venezuela hay tres Rodríguez implicados: Delcy Rodriguez, Jorge Rodriguez, y José Luis Rodríguez Zapatero, que estuvo en el ajo de toda esta cuestión y debería dar muchas explicaciones. ¿En nombre de quién negocia con Venezuela? ¿Le paga alguien? ¿Cómo ha actuado en esto de la embajada? Es una indignidad que un expresidente español esté ejerciendo de lobbista de dictaduras», ha insistido.
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Bendodo ha defendido que «el Gobierno de España debería liderar un frente internacional para facilitar el cambio político en Venezuela y deponer al dictador» Nicolás Maduro, y «no hacer todo lo contrario, que es frenar esta posibilidad».
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