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José Luis Ábalos pasa al contraataque y apunta a Fernando Grande-Marlaska en su nueva ofensiva desatada solo horas después de que el Supremo presentara un suplicatorio contra él por cuatro delitos de corrupción. El exministro presentó este jueves ante la Fiscalía General del Estado ... una denuncia contra la Guardia Civil, a la que acusa de haber interceptado de manera ilegal su correspondencia en el marco del 'caso Koldo' sin tener en cuenta que entonces, como ahora, es aforado por su condición de diputado, en la actualidad del Grupo Mixto. Ábalos, en la comparecencia para presentar esta demanda, llegó a retar este jueves a su excompañero de Gabinete Grande- Marlaska a desvelar «desde cuándo» Interior le estaba investigando de forma supuestamente irregular.
El exdirigente socialista con esta maniobra, según todas las fuentes consultadas, pretende empezar a construir su estrategia de defensa que, entre otras cuestiones, va a pasar por reclamar las nulidad de la causa en lo que a él respecta por estar contaminada desde un origen por la irregularidad de haber sometido a investigación a un parlamentario sin el preceptivo permiso del Congreso de los Diputados. Precisamente este jueves, la Sala de lo Penal remitió ese el suplicatorio a la cámara baja y suspendió las actuaciones en lo referido al aforado hasta que el Parlamento resuelva sobre el levantamiento del aforamiento.
La denuncia de Ábalos sobre la supuesta interceptación irregular de sus comunicaciones se remonta a hechos que, asegura, tuvieron lugar el 2 de noviembre de 2023, en plena investigación secreta del caso Delorme, bajo la instrucción del juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno. Ese día, los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) detectaron durante un seguimiento del asesor de Ábalos, Koldo García, que éste mantenía reuniones con varios cargos de Transportes dos años después de haber abandonado el ministerio, donde asesoraba a Ábalos.
El 3 de noviembre a las 9:19 horas se interceptó una conversación entre Koldo y su hermano Joseba, en la que el primero solicitó que llevase «unos papeles que le habían dado para José». Y al día siguiente la UCO constató, tras realizar seguimientos a ambos, que se trataba de Ábalos.
Ese día 4 de noviembre a las 8:54 horas los funcionarios desplegaron un operativo en plena Autopista A-7, en el que también actuaron agentes del Grupo de Acción Rápida (GAR), para interceptar la furgoneta con la que Joseba García se trasladaba desde Alicante a Valencia con la documentación dirigida al exministro. Se trataba de un sobre que, según denuncia Ábalos, los agentes habrían abierto y fotografiado su contenido ilegalmente en plena carretera pese a que al remitente le protegía el aforamiento como diputado y su nombre aparecía claramente en el sobre.
«La gravedad de estos hechos es porque es una investigación realizada a un aforado, vulnerando un derecho fundamental (…) y que ha tenido la trascendencia de imputárseme grave delitos», apunta el diputado. «No se puede entender que la actuación arbitraria, realizada en la detención y apertura de la documentación de la cual yo era destinatario, en mi condición de forado, como simplemente un daño colateral», señala José Luis Ábalos, apuntando a la posible nulidad de la causa.
Los papeles -enviados por el entonces subsecretario de Transportes, Jesús Manuel Gómez García- estaban relacionados con la adjudicación de los contratos a Soluciones de Gestión, la empresa clave de la trama. Incluso existe una foto de Joseba García entrando en el domicilio del diputado para entregarle en mano este sobre, algo que Ábalos considera otro indicio de que se le investigó sin permiso del Parlamento. «Procedieron a tomarme fotografías a la salida de mi domicilio, así como a fotografiar mi vehículo, al objeto de averiguar en las bases de datos tanto de la Guardia Civil como de la Dirección General de Tráfico la titularidad del vehículo que figuraba a mi nombre», abunda la denuncia, apuntando a la investigación ilegal.
El pasado 12 de diciembre, durante su comparecencia ante el juez del Supremo Leopoldo Puente, el exdirigente socialista ya hizo mención a la supuesta interceptación de esta carta y se declaró víctima de una «investigación política», que ha estado «amparada» por el fiscal del caso, Luis Pastor, quien fuera asesor de los gobiernos de José María Aznar en los ministerios de Justicia y Exteriores.
El propio Ábalos compareció este jueves en el Congreso para dar detalles de la denuncia presentada. «Es evidente que había un propósito de interceptar la correspondencia de una persona, da igual la que sea, el delito es el mismo», afirmó el exdirigente socialista, quien también aseguró encontrarse «tranquilo» tras el suplicatorio del Tribunal Supremo.
El tono del ahora diputado del Grupo Mixto resultó muy duro al denunciar que «se está violentando claramente a un diputado electo». «Me niego a normalizar una práctica de este tipo», apostilló Abalos. Asimismo, el exministro de Fomento negó ningún pacto con Koldo García, su exasesor, o con el Gobierno, con quien dice no tener ahora mismo ningún contacto o relación. «Ni siquiera conversaciones», añadió Ábalos, que también se refería a la actual dirección del que fue su partido.
El extitular de Transportes -que negó haberse enriquecido de forma alguna en la trama por la que se le investiga- aprovechó para desmentir que tenga intención alguna de abandonar su acta.
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