

Secciones
Servicios
Destacamos
Si hay algún sector económico sujeto a vaivenes, aunque sólo sea por factores meteorológicos, es el del vino. La pospandemia traza una hoja de ruta complicada, aunque bastantes años antes el panorama mundial ya advertía de que las cosas estaban cambiando, y muy rápidamente. En este sentido, el consumo mundial de vino ha estado estancado desde el año 2008, cuando se alcanzó el techo, hasta 2017. A partir de esa fecha ha entrado en una espiral a la baja que ha llevado al sector a una auténtica encrucijada. Paralelamente, el comercio mundial del vino, las exportaciones en valor, siguen creciendo dibujando un nuevo escenario: se bebe menos vino, pero de mejor calidad.
Burdeos ha sido la primera región histórica europea en poner el cascabel al gato con un plan de arranque financiado de 9.500 hectáreas, casi el 9% de su superficie actual de cultivo. Pero EE UU ya lo hizo antes, con un problema de sobreproducción en California, mientras que Australia ha vivido varios reajustes, con arranques incluidos y cambios de política estratégica hacia un lado u otro del mercado.
En España, la espada de Damocles ya pende sobre el viñedo, no sólo en Rioja, donde por ahora se ha recurrido a las destilaciones fiándolo casi todo a una hipotética recuperación futura de ventas. El riesgo es que se van a gastar muchas ayudas públicas –más de 30 millones entre destilaciones entre La Rioja y el País Vasco y la cosecha en verde este año– para ganar tiempo, pero sin dar solución al problema estructural. También en La Mancha y otras zonas más 'modestas' sobrevuela el discurso del arranque y es que el cultivo encadena varios años consecutivos al límite de la rentabilidad, incluso por debajo, y poniendo de manifiesto un grave problema de relevo generacional en el campo. «Sí, creo que el sector del vino está en una encrucijada, ante un gran desafío a nivel mundial y, sobre todo, en una sociedad que cambia muy rápidamente», sostiene Rafael del Rey, director del Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMV) y buen conocedor de los resortes internos de Rioja tras muchos años de experiencia al frente de la organización bodeguera Arbor. Del Rey considera que la situación actual no es consecuencia de la pandemia y que la caída del consumo no tiene que ver con la crisis sanitaria: «La gente salió con ganas del confinamiento, gasta incluso más en vino, y ahí están los datos de valor. Lo que está pasando viene de antes y es una polarización hacia dos extremos que está pillando a muchos, entre ellos a las denominaciones de origen (DOP) más tradicionales como puede ser Rioja, a pie cambiado». «Los vinos de alta gama, premium y superpremium –continúa– no están sufriendo, incluso son capaces de repercutir importantes subidas de precio por la inflación».
Rafael del Rey
Director del OeMV
El otro polo son los vinos flexibles, más baratos de producir: «Existe esa demanda mundial de vinos 'populares', de menor graduación, blancos y rosados en envases sostenibles, con burbujas..., y eso está generando debate en muchas denominaciones de origen», apunta el director del OeMV.
El problema es que Rioja no es Borgoña: no tiene 26.000 hectáreas perfectamente clasificadas, sino 67.000 sin apenas categorización más allá de las propias marcas privadas. Rioja se asemeja más a Burdeos, aunque también sin las locomotoras de los grands crus clasificados del lujo que igualmente son ajenas a la crisis. Allí, son los propios viticultores de la 'periferia' quienes piden ayudas para descepar ante una espiral de pérdidas: «Me mojo –contesta el director del OeMV–, Rioja siempre ha demostrado gran capacidad de adaptación, así que yo intentaría explorar todas las vías posibles antes de arrancar, particularmente mejoras en la comercialización».
Noticias relacionadas
En cualquier caso, Del Rey es consciente de que la situación no es como a finales de los años 80 cuando, ante otra gran crisis de existencias, Price Watherhouse aconsejó a Rioja un arranque doloroso de muchas hectáreas: «A partir de ahí, hubo una recuperación del consumo extraordinaria aprovechando la paradoja francesa, pero ahora no veo factores que puedan reimpulsar el consumo como entonces», explica Del Rey. «El vino y salud –continúa– no es ya un argumento, en EE UU el consumo ha retrocedido a 2015 porque los millenialls y la generación Z no toman vino como las anteriores y en China también se bebe menos». «Hay países nuevos, con potencial, y tenemos también un buen argumento, ya que el vino es sostenible y tiene un fuerte componente de crear territorio y evitar despoblación, pero hay otros factores en contra».
El italiano Luigi Moio, presidente de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), en una entrevista con Diario LA RIOJA hace unos meses, veía irremediable los arranques en el planeta vitivinícola y lamentaba que se hubiera plantado viñedo en suelos y lugares no aptos, un argumento que también se escucha repetidamente aquí, en Rioja. De hecho, la superficie mundial de viñedo baja desde el año 2000, de 7,7 millones de hectáreas a 7,3 millones en 2022, y con algo más de intensidad a partir del 2020. En España, el mayor viñedo en superficie del mundo, también se perdió casi el 1% en 2022, mientras que en EEUU ha habido un fuerte ajuste a la baja en los últimos años.
Desde comienzos de siglo, salvo en el año 2017 por la muy escasa producción, el balance mundial deja patente que se produce más vino del que se consume, por lo que Rafael del Rey cree que las DOP, sobre todo, van a tener que tomar decisiones: «Priorat (17.000 hectáreas) está claro que no va a entrar al segmento de los vinos populares, pero, por ejemplo, el debate ya está en Rías Baixas, si optar por más producción o más exclusividad». «¿Rioja? –continúa–. Es complicado, la segmentación por calidades podría ayudar pero llega un poco tarde y, lo de abrirse a estos vinos más baratos y populares, quizás sea más fácil para las empresas desde fuera de una DOP que desde dentro».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Lucas Irigoyen y Gonzalo de las Heras (gráficos)
Carlos G. Fernández y Leticia Aróstegui
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.