Los 'chalecos amarillos' y las OPA ratifican el acuerdo para acabar con el vino de mesa

El único punto que continúa en el aire es la exigencia por parte tanto de los chalecos como de la UPA y UAGR de que las elecciones futuras a la Interprofesional y al Consejo Regulador en la rama productora sean por voto secreto, y no como hasta ahora, ya que ARAG-Asaja, organización de viticultores mayoritaria, ha seguido insistiendo en que necesita tiempo para que decidan sobre esta cuestión sus órganos de gobierno y su asamblea.

El resto de demandas –hasta trece– ya ha sido ratificado por las directivas de los sindicatos agrarios y por los propios chalecos amarillos, aunque, con toda probabilidad, el acuerdo final incluirá algún punto más a petición de los propios sindicatos y una nueva redacción para algunos de los puntos.

Se trata de un acuerdo que puede calificarse de histórico, puesto que los representantes de los viticultores del Consejo Regulador –ARAG-Asaja, UAGR y UPA, especialmente si al final se suman la UAGA alavesa y UAGN Navarra– conformarían una minoría de bloqueo con unidad de acción –más de 50 votos en la rama productora–, con lo cual sus votos serían indispensables para adoptar cualquier tipo de acuerdo para la gestión de la DOCa. Es decir, si bien su fuerza conjunta no es suficiente para sacar adelante propuestas –se necesitan 150 votos–, podrían bloquear cualquier tema con el que no estén de acuerdo si dicha unidad se mantiene.

Otras de las medidas incluidas en el acuerdo de los viticultores son la exclusión de las hectáreas que las bodegas (cuando tienen sociedades de viñedo con NIF diferente) aportan al proceso de acreditación en la Interprofesional en el sector productor; la exigencia del cumplimiento de la ley de la cadena cifrado en un pago mínimo, no ya por kilo de uva, sino de rendimientos por hectárea de viñedo de Rioja (4.400 euros), y la petición también a las administraciones públicas para que las bodegas que no respeten esa cifra no tenga nacceso a subvenciones.

Asimismo, se aboga por el mantenimiento de las ayudas a la cosecha en verde y a la destilación mientras continúe el desequilibrio de existencias, así como un mayor control de calidad de los vinos a precios bajos por parte de los Servicios Técnicos del Consejo Regulador.

Igor Fonseca, secretario general de ARAG-Asaja, confirma que «quedan algunos pequeños flecos, pero el acuerdo sobre el fondo existe, ratificado también por nuestra directiva, aunque hay cuestiones que afectan al Consejo Regulador, otras al Gobierno regional y algunas también a Europa, así que vamos a intentar clarificar mejor el documento».

Roberto Ruiz-Clavijo, coordinador general de la UAGR, señala que su comisión del vino ha dado igualmente «el visto bueno» y que, a petición suya, «ha quedado claro también que hay que solicitar en breve en el Consejo Regulador la revisión de las normas de vendimia para este año, ya que se aprobaron el pasado e incluían de nuevo una permisividad para el vino de mesa del 4% de la producción».

Ruiz-Clavijo se muestra «satisfecho» por el resultado de las negoaciones, al igual que Néstor Alcolea, secretario de Organización de UPA:«La valoración es positiva porque todos los puntos que había defendido nuestro sindicato en los últimos años están en el acuerdo y vamos a seguir insistiendo en la necesidad del voto secreto para las elecciones a la Interprofesional y al Consejo Regulador porque consideramos que los viticultores deben elegir libremente y sin presiones quien quieren que les represente».