El pleno del Ayuntamiento de Logroño ha rechazado la moción de Vox en la que solicitaba «el cumplimiento de la doctrina del Tribunal Supremo» en relación «a la no utilización, incluso ocasional, de banderas no oficiales en el exterior de los edificios y espacios públicos». ... Una moción presentada tras la colocación de la bandera LGTBI+ este año con motivo del pasado Orgullo, que posteriormente acabó con el 'quita y pon' protagonizado por el PP después de la reclamación judicial de Abogados Cristianos.
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La arcoíris fue retirada, Gylda protestó, y el gobierno local dio marcha atrás devolviéndola a la fachada del Consistorio capitalino. «Reconocimos nuestro error», ha repetido este jueves la portavoz municipal, Celia Sanz, quien tras volver a mostrar todo su apoyo al colectivo ha recordado que tal sustitución (la de fuera fue cambiada por una bandera dentro), «que no retirada», respondió únicamente «a cuestiones jurídicas» y no a presiones políticas como se dijo. De ahí que el PP se haya querido desmarcar de Vox... al menos en la capital de La Rioja.
La formación a la derecha del PP, que durante la sesión ha vuelto a rechazar la etiqueta de «ultraderecha», se ha quedado sola en una propuesta (que apela a la «neutralidad» de las Administraciones Públicas) que, a la hora de ser votada, ha obtenido el «muy en contra» del exalcalde, Pablo Hermoso de Mendoza. «En contra, muy en contra», ha llegado a decir.
María Jiménez, portavoz del Vox, ha recordado que el Supremo «deja muy clara su postura sobre el uso de banderas no oficiales» y que su moción, en ese sentido, «no tiene nada en contra de la bandera LGTBI+». «No tenemos nada en contra de los homosexuales, hay muchos homosexuales que nos votan; solo queremos que se cumpla la ley», ha sentenciado quien ha acusado al resto de «hacer demagogia» y «manipular/tergiversar» para presentar a Vox como «los malos malísimos».
Según la portavoz del partido de Abascal en el Consistorio capitalino, la ley nos dice que «la enseña nacional es la que nos representa a todos y a cada uno de nosotros y es la que debe ondear»; ello pese «a que algunos nos quieren imponer una división artificial de la sociedad innecesaria que solo nos lleva a poner a unas personas en contra de otras».
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«Todo español puede exhibir sus banderas, pero no en la casa de todos, como es este Ayuntamiento», ha concluido tras una defensa en la que no ha recibido apoyo alguno (con independencia de la ausencia de la segunda de las concejalas del partido) y que ha llevado al resto a cerrar filas... pese a existir algún reproche entre PP y PSOE, Podemos-IU y PR+ (no en vano, la bandera llegó a ser retirada para volver a las horas con la consiguiente manifestación).
Así, el edil regionalista, Rubén Antoñanzas, ha dejado claro que el PR+ «está de acuerdo con la bandera, con lo que significa y con lo que implica en el compromiso de ciudad para garantizar sus derechos». «La bandera estaba donde debía estar, en la casa de todos, esa bandera tiene un simbolismo importante y nunca debió ser retirada».
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Por parte de Podemos-IU, Amaia Castro, ha defendido una bandera que «representa respeto, igualdad, dignidad y democracia» (portando, además, una camiseta con la misma... la mas inclusiva). Y, en ese sentido, ha asegurado sin dudar que «no vamos a dar ni un paso atrás en la defensa de estos derechos».
También desde el PSOE, la concejal Beatriz Nalda ha mostrado el «completo rechazo» de su grupo a esta moción a la vez que ha lamentado la posición del PP a la hora de quitar la bandera en su día. Por ello, le ha pedido al alcalde, Conrado Escobar, «que sea valiente y no monte una guerra de banderas. Gobernar es tomar decisiones valientes por el bien de la ciudadanía y no disfrazar hechos con acciones jurídicas que solo nos ponen en conflictos». «Los colores arcoíris no vulneran la ley de las banderas», ha concluido.
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La portavoz municipal, Celia Sanz, ha respondido a todos diciendo que «el PP ha demostrado su apoyo incondicional al colectivo LGTBI+» y que, además, «hemos actuado con transparencia y humildad porque si cometemos un error, lo reconocemos y lo rectificamos» (como ha pasado).
«El pasado 23 de junio colgamos la bandera en el balcón municipal. Además, nunca la retiramos, solo la cambiamos de sitio porque entendimos que había una jurisprudencia que era contradictoria y por seguridad jurídica se decidió reubicar», ha explicado. «Pero cuando el colectivo nos pidió que se volviera a colocar, nosotros, analizando esa jurisprudencia y teniendo en cuenta que es una cuestión de derechos humanos, la volvimos a poner. Con total honestidad reconocimos nuestro error, para nosotros no es un juego y en ningún caso hemos estado presionados por otra formación política», ha añadido.
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María Jiménez (Vox) ha lamentado las «barbaridades oídas»: «A nosotros no nos importa la orientación sexual ni la raza de nadie, queremos igualdad para todos a pesar de que se manipule nuestro mensaje. Los derechos no se defienden colocando una bandera, hay otras formas de garantizarlos».
«Sabemos donde estamos y no nos movemos. Somos un partido de centro, contrarios a cualquier manifestación de odio, y no nos dejaremos llevar ni por discursos derechistas extremistas ni por discursos izquierdistas extremistas», ha concluido Sanz dando voz al sentir del nuevo gobierno local mientras el alcalde Escobar asentía.
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