Los tesoros escondidos del Sagasta

De ello dejan constancia los inventarios elaborados con motivo de la mudanza de cara a la reforma integral del citado IES, tanto el catálogo del mobiliario y de los objetos artísticos como el dedicado a los fondos específicos de Ciencias Naturales, y de Física y Química. Estos últimos, por cierto, se encontraban básicamente en 22 grandes armarios formados por cajones y vitrinas, inventariando hasta 1.321 objetos. Y a ambos catálogos se sumaría la biblioteca (con todo lo relativo al papel, más allá de libros incluyendo láminas, grabados, cartografía, etc.), que ha venido a citarse siempre junto al legado del doctor Zubía como las 'joyas' de tal corona (que en su día, y como director del Sagasta, a finales del XIX y en hasta dos periodos, catalogó 4.000 especies de la flora y fauna riojanas).

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Se trata, en definitiva, de colecciones históricas desde de taxidermia y fósiles a grabados y mapas, el herbario del mismísimo científico, obras de arte, muebles y objetos de todo tipo con los que se dotó al centro a principios del siglo XX. Todo inventariado y almacenado, debidamente, aunque no pensando que fuese para siempre, y ya lleva siete años.

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Al respecto, y entre los institutos históricos de España, a los cuales pertenece el de Logroño por derecho propio, se suele decir que una mudanza es medio incendio y el 'Práxedes Mateo' ya tenía experiencias previas al respecto. De ahí que el reto, ahora, sea que todo regrese (la creación de museos para salvar el patrimonio de los institutos más antiguos, los viejos centros de segunda enseñanza, es habitual aquí y allá dado los tesoros académicos y culturales que esconden). Sin embargo, nadie parece saber nada. Desde la dirección del IES remiten a Educación; y la Consejería, por su parte, dice que todo a su debido tiempo.

El Sagasta, de hecho, a lo largo de su historia ya contó con museo de reproducciones y arte moderno, incluso en su día se llegó a hablar de museo de Ciencias Naturales, entendiéndose como tal los armarios y muebles expositores en los pasillos del instituto. Y si bien algunas rehabilitaciones y muestras han servido para mantener en el centro algunas (pocas) colecciones, el grueso está en las dependencias del Palacio de Justicia, donde varios centenares de metros cuadrados están ocupados desde 2017 por todo un patrimonio pendiente de que Educación mueva ficha.

«Educación proyectará el espacios museístico», recuerdan pues, de hecho, la crujía correspondiente a la fachada con Muro del Carmen es la reservada para ello y así se diseñó durante la reforma integral –con entrada independiente, y hasta dos salas para exposiciones (una permanente, otra temporal) y otras estancias para almacenaje–. Hará falta presupuesto, eso sí. Y nada se sabe.