Señales ciclistas que se esperan desde hace diez años

Hablamos de la señalización de las «calles de plataforma única de acceso motorizado restringido y prioridad peatonal», que no peatonales pues en Logroño estrictamente no existen, en las que se permite el doble sentido de circulación ciclista. Algo que quedó establecido sobre el papel en el citado PMUS en 2013 y que, desde entonces, casi que ha necesitado de una reclamación vía a vía para ser llevado a cabo en la práctica. La realidad es que, hoy, tanto en el Casco Antiguo como en las Cien Tiendas, las dos principales zonas de plataforma única en la capital de La Rioja, siguen sin señalizarse debidamente.

Una circunstancia que si bien no se ve traducida en problemas a la hora de circular por las mismas, no quiere decir que no requiera soluciones. «Si siguen sin señalizarse, nunca tendremos seguridad jurídica», lamenta el colectivo ciclista, que el verano pasado vio para su sorpresa cómo se señalizaba esa bidireccionalidad en una de las citadas calles, Bretón, como alternativa para modificar el eje ciclista este-oeste («destrucción», acusan, mientras el Ministerio de Transporte y de Movilidad Sostenible decide sobre la validez o no de tal cambio, aunque provisionalmente ya ha dicho que no).

Lo de la señalización pendiente, en cualquier caso, vuelve a la actualidad a raíz de la polémica por el carril bici anunciado para ser negado y, posteriormente, reaparecer en las alegaciones del Consistorio al antiguo Mitma. Pues, no en vano, en plena marcha atrás la portavoz municipal, Celia Sanz, aseguró que «no va a haber un carril bici y que lo se está buscando es cómo señalizar el doble sentido de circulación ciclista permitido». Un doble sentido que, sin caer en la cuenta, ya había sido señalizado meses antes, «bien rápido, tras 10 años negándose», denunciaron al poco desde Logroño en Bici.

La falta de señalización correcta y concreta de circulación de bicis en ambas direcciones no deja de ser una antigua reivindicación de la sección de movilidad y espacio público de Ecologistas en Acción y del grupo local de ConBici en La Rioja para «normalizar la bicicleta en las zonas peatonales». Una reclamación que siempre ha estado ahí, aunque ahora no suponga contratiempos.

La circulación bidireccional cotidiana en las plataformas únicas no solo está tolerada, sino que demuestra que el uso ciclopeatonal de las mismas es posible sin mayores inconvenientes. «Pero que sean ciclables, no quiere decir que puedan ser alternativa a un eje ciclista de alta capacidad», advierten para criticar lo ejecutado el agosto pasado.

El PMUS contemplaba como medidas a corto plazo, es decir, «que deberían haberse completado antes de 2015», actuaciones en la red de itinerarios ciclistas existentes tales como «la circulación de las bicicletas en las calles peatonales en ambos sentidos» y «la eliminación de los puntos de ruptura» (capítulo aparte merecen las discontinuidades y las maniobras ciclistas sin señalizar).

Sin embargo, no fue hasta después de ese plazo cuando a consecuencia del caso de Portales, donde surgió el conflicto con las primeras multas a las bicis –antes había sido con la controvertida ordenanza cívica de 2011, modificada en 2013 precisamente para «permitir la circulación en doble sentido por las peatonales»–, se decidieron a actuar... poco a poco y dejándolo todo a medias.

Aquel 2016 se anunció que, instalada la señalización adecuada en Portales (aunque desde esta no se puede seguir por Once de Junio en dirección Bretón), la misma se extendería a las calles 'peatonales' de la ciudad, citando expresamente vías como Bretón, Gil de Gárate, la citada Once de Junio, Marqués de San Nicolás y el resto de las calles del Casco Antiguo, toda la zona de las Cien Tiendas, «así como cualquier otra calle con tráfico restringido».

Sea como fuera, la situación más de ocho después es que algunas se señalizaron, incluyendo a las «bicicletas» dentro de los vehículos autorizados para circular en un sentido, e incluyendo la leyenda «excepto bicicletas» –se pide que sean ciclos por ser algo más genérico o el pictograma– en las señales generales de dirección prohibida en el contrario. Con 'olvidos' tan notables como la Mayor, y el resto de vías del centro histórico al norte de Portales, o las de la manzana de las Cien Tiendas, en todos sus sentidos.