De Madrid a Logroño

«¡Qué mejor sitio para una despedida que Logroño en San Mateo!»

Raúl porta una camiseta del Real Madrid, la de su tocayo, con el 7 a la espalda. Junto a él cinco amigos y un buen número de maletas. El periodista se acerca y les pregunta. «Se nos casa», responde Alberto, uno de los chicos que le acompañan. «Y hemos dicho, ¡qué mejor sitio para una despedida que Logroño y San Mateo!», apostilla.

Todos han aterrizado en Logroño procedentes de la capital de España. Allí trabajan y viven, aunque sus lugares de nacimiento son variopintos. «Yo soy de un pueblo de Badajoz, ellos son de Ciudad Real, aquel es de Sigüenza...», enumera uno de los presentes al tiempo que resume la relación que une a todos con: «Nos conocemos de toda la vida».

Algunos de ellos ya conocían Logroño por haberlo visitado previamente, pero nunca habían estado en San Mateo. Era su primera vez en estas fiestas y el resultado, según cuentan sin pestañear, se ha confirmado como positivo. «A mí han sorprendido mucho, hay muchísimas actividades y la oferta es muy variada. No me las esperaba así», certifica Javier, otro de los jóvenes que apuran su bebida mientras llega la hora de partir, de nuevo, hacia la ciudad del Retiro y la Puerta de Alcalá.

Es una opinión compartida. Todos, o al menos eso dicen, han disfrutado mucho de la experiencia de estar en Logroño durante las fiestas. Y eso que su viaje no se prolongó demasiado en el tiempo. «Llegamos el viernes por la tarde y nos vamos el domingo», cuentan. No llegaron, de hecho, a tiempo para el lanzamiento del cohete, pero sí para gozar con el ambiente posterior. «Nos instalamos, soltamos la mochila y nos fuimos a la calle», cuentan. «Turismo hemos hecho poco, pero hemos comido y bebido mucho», sentencian. Es un buen resumen de sus sanmateos.

Disfrutaron, mucho, y eso que la lluvia les trastocó algún plan que otro. «El sábado empezó a caer el diluvio y nos tuvimos que meter en un bar para resguardarnos», explican los madrileños, quienes no pudieron pisar la calle Laurel hasta su último día, momentos antes de la despedida.

Aun así, las fiestas les han conquistado. «Hay mucha gente, charangas, orquestas... Nos ha gustado mucho el ambiente», resaltan antes de responder a la última pregunta. «¿Si tuvierais otra despedida de un amigo, ¿valorarías Logroño y San Mateo como opciones?». La respuesta no tarda en llegar: «Sí, por supuesto».