De Ohio a Logroño

John Freeman: «¿Lo mejor de las fiestas? El vino, la comida y la gente»

El joven está en una de esas mesitas que ponen los bares charlando con otras tres chicas. Hablan en inglés mientras degustan con ganas un plato de patatas bravas. Se nota que les gusta lo que están comiendo, puesto que sus rostros dibujan una lustrosa sonrisa. Para John, La Laurel apenas guarda secretos ya. La conoce muy bien. «Vivo aquí con mi novia; trabajamos aquí», señala.

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La conversación avanza y el estadounidense le cuenta al periodista que tanto él como su pareja llevan ya dos años en Logroño, pero que pronto volverán a poner rumbo a su país. «En una semana nos vamos», dice con cierto tono de lamento. «Nos da pena», reconoce. De cualquier manera, su adiós se enmarca dentro de un cúmulo de buenas noticias. La primera, poder despedirse haciendo de las fiestas de San Mateo su último recuerdo de la experiencia en La Rioja y la segunda, y más importante, hacerlo con una boda a la vista. «Hace un mes, mi novia y yo nos prometimos», se congratula. Y qué mejor manera de celebrarlo que hacerlo con las fiestas mateas.

Pero claro, un compromiso de ese tipo hay que festejarlo a lo grande. Y por esa razón a Logroño se han desplazado muchos de los amigos que esta pareja de Ohio tienen esparcidos alrededor del mundo. «Ha venido gente de Londres, de Australia, de muchos lugares», enumera el joven, mientras sigue dando salida al plato de patatas bravas. Junto a él está su prometida y otras dos amigas llegadas para la ocasión. «¿Les gusta San Mateo?», le pregunta el periodista a John. Cuestión que el estadounidense traslada a sus acompañantes con perfecto acento americano. Tras la respuesta de una de ellas, él apunta: «Dicen que sí, que el ambiente y la vida les gustan mucho».

Para ellas es el primer contacto con estas celebraciones, no así para John, que puede hablar desde la autoridad que le proporciona su experiencia. Y él tiene claro cuál es la combinación que hace de San Mateo unas fechas dignas de ser disfrutadas. «Esto es una fiesta: buen vino, buena comida y buena gente», enumera en perfecto castellano.

John y sus amigos ya habían disfrutado del lanzamiento del cohete y ahora se disponen a seguir viviendo las fiestas al cien por cien. Las últimas antes de volver a Estados Unidos. Las primeras tras prometerse con su novia. Sin duda, estos San Mateos resultarán inolvidables para ellos.