El galardón máximo de Logroño, para Rafael Moneo

Con ella en la mano, el arquitecto dijo sentirse profundamente honrado pero también quiso mencionar a quienes tuvieron que ver con la construcción de la sede municipal «porque no es solo el arquitecto a quien hay que atribuir la paternidad». Así, citó desde al alcalde que la encargó, Narciso San Baldomero, al arquitecto municipal Javier Martínez Laorden, quien, para él, inspiró su nombre al regidor local, o a Jesús López Araquistáin, José Luis López Turiso, a sus interlocutores de Dragados, la empresa que levantó el inmueble... Al también funcionario municipal Óscar Grijalba lo mencionó al hablar de las dificultades que hubo que salvar a cuenta de la inflación galopante de la época y del recurso a los talleres de carpintería que en aquel momento tenían los bomberos para la construcción de algunos muebles.

Años llenos de esperanza, pero también años convulsos, señaló Moneo, quien se refirió a las interminables discusiones que se dieron durante la obra, eso sí, en el mejor solar posible para una actuación de este tipo, dijo, por su accesibilidad, por su ubicación céntrica, por su proximidad al centro histórico, por poder servir de enlace con el río y con la ciudad del futuro...

Rememoró después a los demás alcaldes de la ciudad, desde Miguel Ángel Marín, con quien inauguró el edificio, a Manuel Sáinz, José Luis Bermejo, Julio Revuelta, Tomás Santos, Cuca Gamarra... «Todos ellos han intervenido en el edificio con el mayor respeto», entendió para apuntar, también, la tarea de otro arquitecto municipal, Rafael Alcoceba. «Tan positiva actitud» es muestra, para él, de que «el Ayuntamiento ha sido útil». 

El acto, que abrió el arquitecto local José Miguel León, alumno de Moneo y colaborador en alguna de sus actuaciones, lo cerró el alcalde, Pablo Hermoso de Mendoza, hablando de una transformación hacia la modernidad de la ciudad a la que Moneo ayudó y de otras intervenciones de Moneo en Logroño, desde la fachada norte de Logroño, con la ordenación de la manzana San Gregorio-Ruavieja a la intervención en el solar del antiguo cuartel de Artillería en la zona de Excuevas Cuarteles, donde diseñó incluso el perfil de las palazzinas que lucen ahora en el mismo.

El arquitecto llegó al Consistorio andando después de haber paseado con el alcalde por Ruavieja y la plaza de la Policía Local, entorno que ayudó a urbanizar, y por la Villanueva. Primero compareció con el primer edil en el salón de retratos, donde habló del trabajo realizado con modestia, pero con gran dignidad y de las intervenciones posteriores, desde el granito que sustituyó la china lavada de la plaza o el bulevar hacia el Ebro «que potencia la fachada de la ciudad».