Mantible trata de reponerse del olvido

Se le acababa el tiempo, se le acababa... hasta que se le acabó. Y ahora, doce meses después, el proyecto para su recuperación aspira a poner el contador a cero no sin cierta controversia. La reconstrucción del arco logroñés del puente Mantible avanza en el Ebro a su paso por El Cortijo para remediar décadas de abandono, justo cuando se cumple un año del derrumbe de parte del mismo.

Son los 25 de enero días marcados en rojo en el calendario particular de un monumento de fechas inciertas. No en vano, resulta paradójico que si tal día de 1983 fue declarado BIC, justo la misma jornada de 38 años después se vino abajo dejando tal declaración en papel mojado sumergida en las aguas del río que le dieron forma. Cuatro décadas en las que podían haberse hecho muchas cosas, pero no se hizo nada.

Fue la crónica de un colapso anunciado y así lo contó Diario LA RIOJA. El Ayuntamiento de Logroño no llegó para consolidar y restaurar el arco que quedaba en el término municipal, frente al alavés recuperado en los años 80 y en mucho mejor estado de conservación. Nadie sabe con certeza el momento del hundimiento, pero a nadie le sorprendió lo ocurrido porque el riesgo de desplome estaba ahí.

Los restos del puente, los mismos en los que se trabaja desde el pasado septiembre, amenazaban ruina y su estado era crítico. Y al menos a día de hoy se sabe que lo que quedó en pie ya está fuera de peligro. Al menos así lo consideran desde el Consistorio capitalino, viendo cómo la última crecida pasaba de largo con la pila ya asentada mientras se intervenía en el estribo.

«Los trabajos bajo el agua se acabaron según lo previsto inicialmente y, ahora, a la espera de colocar en breve la cimbra que sirva para reconstruir la bóveda, se desarrollan las pruebas en el laboratorio y los estudios arqueológicos», explica el concejal de Patrimonio y Centro Histórico de Logroño, Adrián Calonge, satisfecho con la marcha de un proyecto siempre pendiente del comportamiento del río este invierno y la próxima primavera.

La avenida del Ebro de enero de 2021 y los fuertes vientos registrados podrían haber dado la puntilla que no pudo la nieve de semanas antes de la borrasca Filomena... Y ello, caprichos del destino, poco después de que el equipo de Gobierno local anunciase la puesta en marcha del proceso de licitación para la consolidación y restauración de los restos logroñeses tras no haber sido posible un año antes tal y como era la intención inicial.

La adjudicación del mismo, en cualquier caso, no llegó hasta agosto pasado: a Técnicas para la Restauración y Construcciones S.A. (TRYCSA) con un plazo de 10 meses y por un total de 755.501,55 euros. El contrato incluía una nueva prueba subacuática para comprobar el estado del conjunto, la consolidación de la pila y del estribo, y la reconstrucción del arco que colapsó, lo que supone la principal modificación respecto al proyecto original.

Y es precisamente esa última fase, y la más importante, la que resta por ejecutar, y que si todo marcha según lo previsto se prolongará hasta el verano –al menos así está planificado–.

Ya a comienzos del invierno se daba cuenta de que se habían culminado con éxito los diferentes trabajos de consolidación de las estructuras de cimentación y del asentamiento de la pila, actuaciones previas a la colocación de la estructura provisional o cimbra, siempre que el caudal del río lo permita, y que facilitará la reconstrucción posterior de la bóveda pérdida.

Para ello, los restos del arco caído se han catalogado y, gracias a métodos informáticos y de reconocimiento 'in situ', se han comenzado a realizar los modelos digitales para su reconstrucción y la elección de las formas de restauración de cada una de las piezas. A día de hoy, además, ya puede verse la plataforma en el cauce que servirá para la instalación de la grúa de cara a las obras que están por venir.

Del mismo modo, se han llevado a cabo las primeras intervenciones arqueológicas en el estribo y bajo el arco para determinar la cronología de construcción del simbólico puente, uno de los hitos del proyecto para concluir, a ser posible, si se trata de una infraestructura viaria romana o medieval.