Logroño ya estudia cómo reabrir las ludotecas este verano

La desescalada ha comenzado y no solo en lo que a la reanudación de la actividad económica se refiere. También la Administración local se prepara para retomar gradualmente la prestación de los servicios interrumpidos por el COVID-19 teniendo claro que la reapertura de los espacios públicos pasa por «garantizar la seguridad en todo momento» dependiendo, además, de la situación de la crisis sanitaria en cada una de las fases.

Se «piensa» –en palabras del regidor municipal– en las ludotecas, sí, pero también en los centros jóvenes, en los campamentos de verano y en 'La Gota de Leche', es decir, en todos los recursos destinados a la infancia y la juventud. Se piensa y, de hecho, se trabaja en las posibilidades de volver a abrir las puertas en cada caso. Mención aparte son las guarderías... sin saber muy bien a qué atenerse.

El anuncio de que ya no habrá más clases presenciales hasta septiembre, salvo excepciones, ha puesto en jaque a aquellos padres y madres que todavía confiaban en que sus hijos pudieran volver al colegio al menos unos días obligándoles a pensar qué hacer con ellos a corto-medio plazo lo que queda de curso caso de reincorporación al trabajo. Además, y pensando a más largo tiempo, les ha planteado el dilema de qué pasará durante las vacaciones de verano.

El plan de desescalada del Gobierno de España, que es el que deberá seguir cada autonomía y municipio, contempla la apertura de Infantil hasta seis años en la fase 2 para familias que acrediten que los progenitores tienen que realizar un trabajo presencial sin posibilidad de flexibilización. La pregunta es qué sucederá para el resto y a partir de ahí. Y las ludotecas municipales, al menos en el caso de Logroño, pueden ser una alternativa muy a tener en cuenta para niños de 4 a 11 años.

Y es que con escuelas y guarderías cerradas por el SARS-CoV-2, la vuelta progresiva de los trabajadores a sus puestos apunta a problema familiar. «Estamos viendo cómo podemos hacer para facilitar la conciliación... por una parte, con los agentes económicos y sociales, para cómo escalonar las salidas y entradas al trabajo, cómo concentrar horarios y jornadas, etc.; por la otra, analizando cómo poder hacerlo, y ahí espacios como las ludotecas, en meses como julio y agosto y con las condiciones adecuadas, pueden ser una buena opción», explica el alcalde consciente de que habrá que dar soluciones.

Una buena opción, sí, aunque sin olvidar que habrá que esperar al desarrollo de futuras normativas e ir reorganizando el servicio con las condiciones adecuadas para evitar contagios. «Hay que hacerlo en un entorno de seguridad y, al respecto, decir que la mayoría de nuestras ludotecas se ubican en espacios abiertos, como parques, que podrían ayudar a mantener las medidas de distanciamiento», añade.

Y todo ello teniendo en cuenta que la propia Consejería de Educación está «viendo la posibilidad de que en los colegios haya espacios que puedan abrirse... pero está todo por decidir». «A día de hoy no hay nada decidido porque habrá que ver el marco para establecer el servicio en caso de que sea posible (aforo, edades de los niños, juegos...), pero la preocupación por cómo afrontar un verano en el que habrá padres que tengan que trabajar y para el cuidado de los hijos no será posible recurrir a los abuelos está ahí, que nadie tenga dudas», dice quien habla de ver el modo de poner en marcha recursos, ya sean con nuevas modalidades o formatos, «que permitan esa conciliación».

El verano, a la vuelta de la esquina, sigue centrando buena parte de las dudas de administración y administrados. «¿Las piscinas? Pues igual. Con sensatez y con sentido común. Si se puede, se abrirán... del modo adecuado, claro, y garantizando en todo momento la seguridad», respondía el alcalde en una reciente entrevista con este periódico. «Tenemos instalaciones con amplitud, pero nosotros estamos ante el mismo problema que otros tendrán con las playas», dijo. Así, Las Norias, según lo adelantado, ya llevan días trabajando con el escenario de que se van a poder abrir aunque sin saber ni cuándo ni cómo.

Los teatros –y cines– reabrirán en la fase 2 (como muy pronto el 25 de mayo, en función de la evolución del control de la pandemia en cada región asignada por el Gobierno), con butaca preasignada y limitación de aforo a un tercio. Y en Logroño hablar de teatro es hacerlo del Bretón. «Podemos pensar que se podrán celebrar algunas obras... quizás aquellas con menos exigencias en la puesta en escena y despliegues menores, no sé, como monólogos, por ejemplo, o pequeños montajes... grandes compañías pueden pensar en si serán rentables o no, pero la actividad cultural es esencial e intentaremos que se pueda programar con todas la medidas de seguridad y plenas garantías».

Las bibliotecas y salas de exposiciones (museos) podrán abrir a partir del 11 de mayo, en la denominada fase 1 –si se llega–. Se permitiría, en el mejor de los casos, el préstamo de libros, y con aforo limitado en cuanto a las segundas. «Vamos a ver cómo podemos hacerlo... con prudencia», dice Hermoso de Mendoza incluyendo desde la Casa de las Ciencias a la sala Amós Salvador o la de exposiciones del Ayuntamiento. Al respecto, se están elaborando protocolos de seguridad tanto para personal como para usuarios.