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«No todo se puede hacer ya, pero esto es un paso», ha dicho el alcalde, Conrado Escobar, al presentar las medidas que piensa adoptar para mejorar la habitabilidad del centro histórico.
«Para pensar con cierto sosiego» en materia de normativa, la de terrazas, ... la de ruido, la de convivencia... el Consistorio va a suspender, durante un año, las licencias para abrir determinado tipo de establecimientos hosteleros (discotecas, pubs, salas de fiestas) y también la instalación de nuevas terrazas en el ámbito del Casco Antiguo.
Más medidas. Se va a trabajar en una nueva normativa que establezca distancias mínimas entre establecimientos hosteleros ya abiertos y los de nueva implantación, así como en otra sobre el hospedaje, cuestión que ya se aprobo en un pleno en que se debatió sobre alojamiento turístico, ha señalado también el primer edil.
La presencia policial y la inspección van a intensificar su presencia en la zona «para que se cumplan las normas que están en vigor» y para que el seguimiento sea constante. «Hemos incrementado las medidas de control respecto al cumplimiento de las ordenanzas vigentes, un trabajo que va a continuar y durante las próximas semanas se van a inspeccionar todas las terrazas del Casco Antiguo, igual que se hará con las del resto de la ciudad», ha avanzado también Escobar.
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De las últimas revisiones llevadas a cabo, en este caso, en febrero, han derivado 27 requerimientos a establecimientos de la calle Bretón para que cumplan la ordenanza de terrazas. Además, las patrullas policiales que actuaron el pasado fin de semana en la zona denunciaron a 11 personas por orinar en la vía pública.
Dos comisiones, una integrada por entidades vecinales, hosteleras y de comerciantes y otra más técnica trabajarán sobre estas medidas propuestas, la segunda básicamente para revisar los textos normativos cuya modificación se pretende.
Cámaras en puntos sensibles del centro histórico y vehículo policial en sitios estratégicos son otras iniciativas en cartera, así como el acondicionamiento de solares vacíos y gestiones para normalizar la situación de ocho inmuebles municipales que se han encontrado ocupados.
Una campaña intensiva de limpieza, la revisión de los horarios de recogida de basura, así como del emplazamiento de los contenedores y el perfeccionamiento del sistema de recogida selectiva puerta a puerta han sido otras de las actuaciones anunciadas.
La renovación del pavimento que este año afectará a la Villanueva, a Portales y a la calle Mayor, así como la mejora de los sentidos de circulación de manera que los vecinos puedan acceder a sus viviendas durante los fines de semana sin dar tantas vueltas como ellos mismos han indicado, en las consultas realizadas, también conforman la lista de medidas que se van a adoptar.
Escobar ha señalado que «somos conscientes de los problemas que arrastra nuestro Casco Antiguo y que dificultan la vida de los vecinos y las consecuencias de la pandemia que han acelerado determinados procesos y que urge corregir». «El equilibrio y la convivencia deben ser los principios desde los que trabajemos», ha explicitado.
El portavoz de Hostelería Riojana, entidad integrada en la Federación de Empresas de La Rioja, Francisco Martínez Bergés, ha señalado despiés que «si la moratoria de un año va a servir para organizar la ciudad, adelante», eso sí, dando salida antes a lo solicitado hasta el momento. El hostelero ha indicado estar básicamente de acuerdo con el paquete de medidas hechas públicas ayer por el alcalde, Conrado Escobar. «Todo lo que sea una ciudad más limpia, segura y organizada lo vamos a apoyar», ha manifestado Bergés.
Respecto a la mayor presencia policial y la instalación de cámaras, ha contado que «ya las habíamos pedido nosotros». También se ha fijado en que llevan años urgiendo la revisión de la norma de terrazas, en la que se trabajó durante muchos meses en el último mandato de Cuca Gamarra, «pero todo se metió en un cajón en 2018. Se puede sacar», ha dicho también, para destacar que, en cualquier caso, la medida que no se contempla tiene que ver con la instalación de baños públicos. «Todos los ayuntamientos tienen que ponerlos y así no ocurrirían algunas de las cosas que pasan».
«Todos somos vecinos, pero también somos empresarios. Qué más quiero yo que no darle guerra al vecino», ha asegurado Bergés. En este sentido, ha insistido en una propuesta que ya realizó en una reunión de la mesa de diálogo celebrada hace días en el Espacio Lagares, con asistencia de concejales y entidades, en la que habló de una prueba de ampliar el horario de las discotecas para escalonar la salida de las mismas, de manera que no haya concentraciones a las cinco y media de la mañana en plena calle. «Tenemos la mano tendida a ayudar, pero también necesitamos trabajar».
La Federación de Asociaciones de Vecinos, lo mismo que Hostelería Riojana, forma parte de la comisión de entidades que ha puesto en marcha el Consistorio. Desde esta entidad, Julián Herráiz, su vicepresidente, ha insistido en que se cumplan las normas y en que hay que esperar a ver el resultado de las medidas que se han puesto en marcha, como la mayor vigilancia policial que este fin de semana ha dado como resultado la denuncia a 11 personas que orinaban en la calle.
Para él, las normas deberían acatarse y, en el caso de que las ordenanzas no estén bien, tendrían que cambiarse y, de esa manera, «la ciudad se ahorraría muchos problemas». En cualquier caso, «nos tenemos que sentar» y valorar todas las situaciones para alcanzar después los acuerdos que correspondan. Además de la federación, en la comisión están dos entidades vecinales zonales y la de comerciantes.
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