El Consistorio logroñés invertirá medio millón para arreglar la pasarela de Gonzalo de Berceo

Si la pasarela es estrecha, oxidada y resbaladiza los días de lluvia, su rampa está también mal y las escaleras, peor aún. Óxido por todas partes, abombamientos del piso, materiales sueltos... han ido denunciando los usuarios de esta infraestructuras a través de nuestras páginas.

¿Tiene solución? El Ayuntamiento contrató la redacción del proyecto de reparación hace ya dos años, pero no ha pasado nada más desde entonces.

Ahora, el Consistorio anuncia su intención de actuar para restituir las condiciones de durabilidad y servicio de la pasarela. La intención es la de aumentar ligeramente la anchura de rampas y el vano principal y se aplicará a las superficies metálicas un tratamiento de pintura con mejores prestaciones.

El alcalde, Conrado Escobar, señaló a este medio que la licitación de la obra, por cerca de medio millón de euros, se producirá como muy tarde en noviembre. «Se sustituirán peldaños y descansillos de escaleras que están en avanzado estado de corrosión. El material elegido será el poliéster reforzado con fibra de vidrio por ser inerte frente a la corrosión», amplían desde la administración local.

Se cambiarán igualmente las barandillas en las escaleras y rampas estableciendo un nuevo diseño «con el fin de evitar los problemas de corrosión de los anclajes de las barandillas y aumentar en lo posible el ancho disponible para los peatones».

Por fin, «se repararán las superficies metálicas con deterioros de carácter leve y se ampliará la anchura del vano principal mediante la colocación de una serie de costillas en cada lateral».

El estado de la pasarela se revisó especialmente en junio de 2021 y ya en el informe que se desprendió de aquel estudio se concluyó que, si bien la estructura se mantenía en estado aceptable, los elementos de seguridad y protección de la pasarela presentaban un estado precario, lo cual «requiere –requería ya en aquel año– de una actuación de urgencia».

Tras esta revisión, se llegaron a plantear tres posibilidades de actuación. La primera era el mantenimiento de la configuración actual con la reparación de los defectos de la estructura, un nuevo tratamiento antideslizante en los pavimentos y la sustitución de elementos de protección y barandillas. Esta actuación ya entonces se estimaba en un precio de 200.000 euros.

El documento, de DH Ingeniería, también señaló la opción de colocar dos ascensores, uno en cada extremo de la pasarela, que podrían usar los peatones, mientras que los ciclistas utilizarían las rampas actuales, con lo que el presupuesto subía a los 350.000 euros.

La tercera opción, la más drástica, mencionaba la posibilidad de sustituir la pasarela, «puesto que incumple multitud de aspectos sustanciales de las actuales normativas». Dado que esta opción precisaba más tiempo, primero se sugería rehabilitar inmediatamente para mantener la estructura en servicio hasta el momento de su retirada. En este caso, un millón.