Casi 25 años de una estructura que se levantó como provisional

La que nació como pasarela provisional sin especiales alardes estéticos al estilo de la que tuvo en su momento Cascajos, ambas pensadas para evitar accidentes en la vía hasta la llegada del soterramiento, está a punto de sumar sus veinticinco años.

Su proyecto se aprobó hace cinco lustros y la intervención para llevarla a cabo se inició en febrero de 2001 después de unos cuantos problemas para adjudicarla y de haber simplificado la intención inicial para lograr quien la construyera con una inversión de 35 millones de pesetas.

Finalmente, su longitud sobre la vía fue de 13 metros y si en la parte de Gonzalo de Berceo se levantó una escalera de 20 metros y una rampa de un solo tramo de 76, en el otro lado se construyó una rampa quebrada de 86 metros de largo, pero no se pusieron escaleras porque no cabía, según se decía entonces. No hubo más remedio que añadirla siete años más tarde porque para evitar el rodeo que suponían las rampas se abrían agujeros en la valla y se cruzaba la vía con el riesgo que ello conllevaba.

Prácticamente finalizada la primera fase del soterramiento de la vía, la que se ha desarrollado en torno a Cascajos y que ha servido para dotar a la ciudad de dos estaciones nuevas, la del tren y la de autobuses, las dos siguientes fases previstas para extenderlo a otras zonas de la ciudad se encuentran paradas.

No ha habido novedades respecto a estas dos nuevas fases desde hace años, así que la pasarela provisional va a tener que durar todavía unos cuantos años más.