Los belenistas muestran su Logroño

Dos años de tarea, más de 5.000 horas invertidas, hasta 300.000 tejas para las cubiertas de las casitas, muchísimas ventanas y puertas recortadas... Todos los datos en torno al que los belenistas quieren llamar Belén del V Centenario, ya con la vista puesta en los 500 años del Sitio que se celebrarán en breve, son importantes.

Este sábado, con la apertura de la exposición, los artistas empezaron a recoger los frutos de tanto esfuerzo en forma de reconocimiento, si bien ellos, tan perfeccionistas, no acababan de disfrutar del todo porque las calles son estrechas, claro, como en todo casco antiguo, y no todos los detalles se aprecian cómo les gustaría.

Los puentes, el de Hierro y el de Piedra, tienen un espacio de excepción. Por debajo, más cerca de la muralla -sí, este Logroño está amurallado en su fachada norte- está el Río Chiquito y luego el Ebro y, junto al primero, hay un espacio dedicado al Nacimiento. Conviene plantearse la visita con tiempo porque, a base de planos, alguno del siglo XVIII, documentación del Archivo, fotografías a cada edificio, vistas a base de las herramientas de Google... nada ha quedado al azar.

En la ESDIR esperan las recreaciones de la Biblioteca de La Rioja; del convento de La Merced, años después Parlamento regional, con su puerta original y las vidrieras; el Revellín equipado con los cañones que miraban al norte; el Portalón, que fue ayuntamiento junto a la concatedral y luego cedió el testigo al Palacio de los Chapiteles, que también está; la plaza Martínez Zaporta con su emblemática esquina... Y es recomendable no pasar por alto los pórticos, los de San Bartolomé, Palacio, Santiago y La Redonda.

Pero además la sala de exposiciones reúne otros belenes, cada año distintos. En sus veinticinco años de trayectoria, han enseñado hasta 850 diferentes, calculaba ayer el presidente de los belenistas, Javier Jiménez, quien se acordaba de que la primera edición fue en el Museo de La Rioja, ya entonces con un éxito que desbordó las previsiones de este espacio. Así, para la siguiente edición contaron con la oferta de la sala de la entonces conocida como La Industrial, hoy ESDIR, y desde entonces han hecho de ésta su casa durante estas fechas. El año pasado se mostraron hasta 20 composiciones y dioramas y la muestra contó con más de 50.000 visitas.

Durante la inauguración, que se celebró a las seis, poco antes de la apertura al público, Jiménez destacaba que «nos hemos crecido ante las dificultades. Somos una familia. No hacemos trabajos manuales, hacemos belenes». Y el alcalde, Pablo Hermoso de Mendoza les dio las gracias por su trabajo. Hoy se puede visitar de 12 a 14 horas y de 18 a 21 h.