Los hosteleros de Laurel y San Juan no podrán instalar barricas y mesas altas en su reapertura de este domingo

La reapertura de lo bares del centro histórico de Logroño, prevista para para este domingo después de que el Ejecutivo regional acordara esta semana el fin de las restricciones impuestas, será sin la presencia de mesas altas ni barricas en el exterior de los establecimientos del entorno de las calles Laurel y San Juan, en línea con lo ya acordado el pasado mes de mayo.

Así se lo ha comunicado el Ayuntamiento de Logroño a todos los hosteleros afectados mediante el envío de un oficio que recuerda las instrucciones ya acordadas y vigentes durante la fase de desescalada del pasado mes de mayo. A esa carta se sumó en la jornada de este sábado la visita de la Policía Local a diferentes bares en la que se les insistió en la prohibición de sacar mesas al exterior. La decisión afecta a las calles San Juan, Travesía de San Juan, El Cristo, Travesía de Ollerías, Del Carmen, Laurel, Travesía de Laurel, Albornoz y San Agustín en las que la instalación de cualquier elemento en el exterior impediría «asegurar que la distancia de seguridad de 4,5 metros mínimo se cumpla», sostiene el Ayuntamiento en la misiva.

Los hosteleros de esas nueve calles, en todo caso, no han encajado bien la notificación municipal ya que consideraban que podrían instalar esos elementos en la reapertura. «Esto tiene consecuencias muy negativas para nuestro entorno, terribles y tan negativas como que muchos hosteleros hemos sacado a nuestros empleados del ERTE para empezar a trabajar este domingo y ahora ya no van a ser necesarios», explica Fernando Elías, presidente de la Asociación de Hosteleros de la Zona de La Laurel de Logroño, que a última hora de la tarde apuntaba estar en conversaciones con el Ayuntamiento para tratar de alcanzar algún acuerdo al respecto.

Desde su perspectiva, entendía «más lógico» instalar las mesas en el exterior para «evitar todo tipo de aglomeraciones» de clientes esperando para poder acceder al interior de los bares.

Por su parte, el presidente de la Asociación Hostelería Riojana, Francisco Martínez Berges, ha considerado en declaraciones que recoge Efe que «el Ayuntamiento ni entiende ni quiere entender la situación» y ha reprochado a los dirigentes municipales que »hace pocos días, en una reunión con ellos, no nos dijeron nada».

«Nos justifican todo esto en que no se cumple la distancia, cuando en la ciudad, en las terrazas de otras zonas, o en los autobuses, tampoco se cumplen», ha incidido.

Además ha mostrado su contrariedad en que «el Gobierno de La Rioja sí que ha aclarado las cosas» y »gracias a su intervención se ha logrado que no obliguen a dejar dos metros entre la barra y la primera mesa, algo que también pretendían y que la normativa autonómica no dice», ha concluido.