La permanencia es cosa de cinco

Solo puede quedar uno», decía Connor MacLeod antes de uno de sus combates en la película 'Los Inmortales'. Combates a vida o muerte. Para que uno viviera otro debía morir. La frase bien se puede trasladar a la batalla futbolística que libran cinco equipos de Segunda –Alcorcón, UD Logroñés, Lugo, Castellón y Sabadell– por seguir en Segunda División. Con un matiz. Aquí, los que quedan vivos son dos, porque se mantendrán en la categoría, mientras que tres acompañarán al Albacete, descendido matemáticamente.

La UD Logroñés ha dado un golpe de efecto al ganar al Fuenlabrada, aunque no suficiente como para garantizarse la permanencia. El golpe le ha supuesto salir de las cuatro últimas plazas, ya que esta pasada jornada la inició en la vigésima posición, terreno desconocido para ella durante mucho tiempo. Su renta es ahora de tres puntos sobre Castellón y Lugo, equipos con los que debería acudir al 'goal average' en caso de empate tras el último partido, balance que tiene perdido. Es decir, necesita sumar un punto más que ellos. Diferente es su relación con el Sabadell, que queda a cuatro puntos, pues tiene ganado el 'goal average' particular, ya que le derrotó en Las Gaunas (1-0) y empató en la Creu Alta (0-0).

El conjunto vallesano inició su reacción final con la victoria del pasado 26 de abril sobre el Mallorca (1-0). Triunfo sorprendente por las diferencias entre ambos conjuntos, pero que confirmó días después al ganar, también en su casa, al Rayo Vallecano (2-0). Sin embargo, sus tres últimos compromisos se resumen en otras tantas victorias, ante Oviedo, Tenerife y Alcorcón, son seis goles encajados y uno marcado. Esta última fue especialmente dolorosa, ya que se trata de un rival directo.

Este lunes recibe en la Creu Alta a la Ponferradina, que no se juega nada, pues ni aspira a incluirse en las seis primeras plazas ni está amenazada por el descenso. El conjunto bierzano perdió este pasado fin de semana ante el Espanyol, pero días antes dio un serio disgusto al Castellón (0-2).

El Sabadell concluirá la temporada el 30 de mayo en Anduva, frente al Mirandés. Partido de trámite para los locales y vital para los catalanes, aunque pueden llegar a esa jornada descendidos según la combinación que se establezca con los resultados del lunes.

La situación del Castellón es tremendamente complicada. En plazas de descenso con 41 puntos, los mismo que el Lugo, encarará sus dos últimos encuentros de la Liga con un nuevo entrenador en el banquillo. Ayer fue destituido Juan Carlos Garrido. Los técnicos de la casa Javi Rubio, Sergi López y Carlos Gómez dirigieron el entrenamiento. Una decisión arriesgada, pero que evidencia la angustia que supone perder la categoría. Y siempre es más fácil cambiar de entrenador que de plantilla, aunque esto último no es viable en este momento.

El conjunto mediterráneo pasa por una situación similar a la vivida por la UD Logroñés. Suma cinco encuentros sin ganar en un momento muy importante. Ha sumado dos puntos, uno de ellos ante la UDL (inmerecido), y ha caído al descenso, escenario en el que se ha movido durante muchas jornadas. Su final de temporada significa el día y la noche.

El lunes se medirá en Castalia, con público, por segunda ocasión, al Rayo Vallecano, que a pesar de sumar 64 puntos no está entre los cuatro elegidos para pelear por el ascenso y acompañar a Espanyol y Mallorca. Los vallecanos atraviesan por un momento irregular, aunque muchos lo quisieran para sí. Tres victorias en los últimos cinco encuentros.

La última jornada cita al Castellón con el Málaga en La Rosaleda, campo en el que inició la recta final hacia el ascenso a Segunda en julio del pasado año. Los malagueños no se juegan nada y, además, Sergio Pellicer no continuará al frente del equipo. Pellicer fue, por cierto, entrenador de la UD Logroñés junto a Josip Visnjic.

La trayectoria del Lugo ha sido una continua sorpresa a lo largo de la temporada y un movimiento constante en su banquillo. Su victoria sobre el Mirandés, con dos penas máximas en los cinco últimos minutos (perdía 0-1) y el empate cosechado contra el Albacete (que no aprovechó un penalti en los últimos minutos) le han permitido cerrar en parte la herida abierta. Y es que los lucenses acumulaban dieciséis jornadas sin ganar hasta que lo hicieron el 15 de mayo. Dieciséis partidos, con nueve derrotas incluidas.

El Cartagena llega al Anxo Carro con los deberes hechos. Se salvó gracias a sus 48 puntos y a la victoria del lunes del Zaragoza sobre el Castellón. Para la UD Logroñés hubiera sido mucho más interesante que el compromiso de La Romareda hubiese concluido en empate, pues el cuadro cartaginés hubiera acudido a este compromiso sin la salvación matemática alcanzada.

El Lugo acabará la temporada en Vallecas con el cuadro de Andoni Iraola enfrascado en la pelea por meterse entre los seis primeros o mantenerse entre ellos al término de estos cuarenta y dos compromisos.

No tiene un final de temporada sencillo el Alcorcón, por la entidad de sus adversarios, pero también es verdad que suma más puntos que nadie, pues acumula 45. Incluso perdiendo los dos partidos que le restan podría estar salvado, pero si gana uno de ellos la permanencia es segura.

El once alfareño se medirá el lunes al Girona, que con 67 puntos es quinto empatado con Leganés y Almería. Y con tres de ventaja sobre el Sporting, sexto, y Rayo, séptimo. No se puede descuidar. El Alcorcón se va a encontrar con un adversario que vive su mejor momento de la temporada. Acumula seis victorias consecutivas. Once goles a favor y uno en contra.

El final de campaña del Alcorcón será en el Campo de Santo Domingo. El invitado, el Espanyol. Ya es equipo de Primera. No lo celebró ante el Cartagena, con quien perdió, pero goleó el pasado fin de semana a la Ponferradina (1-4). Mal enemigo.

Este es el escenario a día de hoy. El lunes, después de que se hayan jugado todos los partidos, se harán nuevas y diferentes cuentas.

• Temas
• Unión Deportiva Logroñés (UDL)
• Alcorcón
• fútbol