Ñoño dice adiós a la UD Logroñés pero hasta luego a La Rioja

Su despedida se produce un día después de la anunciada por Jaime Paredes, dejando huérfana una banda izquierda que los aficionados han visto en Las Gaunas y en otros campos en numerosas ocasiones.

Veloz, descarado, fintador único, Ñoño deja en las estadísticas una veintena de goles en Segunda B, once de ellos en su primera temporada, la que le convirtió en un ídolo para la afición, siempre dispuesta a festejar con él los tantos obtenidos. Primero, poniéndose las manos en las orejas, después, con pases de torero... El gaditano ha sido siempre genio y figura.

A los 33 años, Ñoño no tardará en encontrar equipo puesto que su desempeño en el césped siempre ha sido excelente, al igual que fuera de él, donde ha brillado como uno de los motores de la plantilla, siempre dispuesto a la broma y a la risa, como ha demostrado en sus redes sociales. «Llegué sin pensar que iba a vivir todo lo que he vivido y que iba a encontrar la afición que he tenido y los amigos que me voy a llevar. Son mi familia para toda la vida. Sabía que venía a Logroño para devolver al club a la categoría que, como mínimo, merecía estar. Ha costado pero lo hemos logrado y me siento orgulloso de ello», ha explicado en su nota.

Ñoño asegura que «había cierta posibilidad de salir» pero que «no quería verla». «Me dolía y le dolía a mi familia, a mis amigos» ha escrito «pero ha llegado el momento y ha llegado el día», ha anunciado.