«Viñedos de Álava no tiene ningún fundamento legal», critica Andreu

La jefa del Ejecutivo regional, que hizo estas declaraciones durante una visita a Ezcaray, cree que esa cifra no será muy elevada «porque yo he trabajado en esa zona» de Rioja Alavesa y «conozco el buen hacer de viticultores y bodegueros, su trabajo y también el maravilloso paisaje que tienen. Que nadie les enturbie ese pasado». Y propone, sin citar a ningún partido, «sacar a la política del mundo del vino» y centrar los esfuerzos en «vender más botellas y a mayor precio».

Porque Viñedos de Álava, añadió, es «un movimiento político. Puede hacer lo que quiera pero no tiene razones técnicas ni enológicas» para seguir adelante.

Andreu reiteró el apoyo de su gabinete al Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja, «que ya se está adaptando a las particularidades» con nuevas figuras como los viñedos singulares o los vinos de zona (Rioja Alta, Rioja Oriental y Rioja Alavesa). «Ayudan a señalar las diferencias y la variedad tan extraordinaria que tenemos en la DOC», señaló.

El diputado general de Álava, Ramiro González, también expresó su opinión sobre el paso dado por la nueva denominación, «una iniciativa privada impulsada por un número reducido de bodegas que la Diputación respeta» pero que no comparte. Porque el modelo que defiende, a diferencia del Gobierno vasco –a pesar de que ambas administraciones están lideradas por el PNV–, es la «diferenciación» de los vinos alaveses «pero sin perder la marca Rioja». A juicio de González, «una mayoría silenciosa quiere esa distinción».

La concesión de la protección nacional transitoria para Viñedos de Álava, que le permite comercializar botellas en el mercado nacional, tiene vigencia «hasta la aprobación de la denominación por Europa», recordó el político vasco, «y este es un proceso incierto que seguramente se demorará en el tiempo».