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Imagen de archivo de María Gómez, responsable de Didáctica de la UNIR y experta en aplicación de las TIC a la enseñanza. L.R.
Una universidad que huye de lo estático

Una universidad que huye de lo estático

La responsable de Didáctica de Internet de la UNIR asegura que «la clave de nuestro proyecto de éxito es acompañar y formar al profesorado»

Domingo, 17 de mayo 2020, 12:55

Libros digitales, resúmenes en formato PDF, mastersclass, clases virtuales en directo, podcasts, openclass, webinars, grupos de discusión en aulas especiales, chats, vídeos de visualthinking... La educación en línea (Internet) ha impulsado fuertemente el mundo de los contenidos académicos multiplataforma, orientándolos para un público que tiene poco tiempo, vive pegado a un dispositivo móvil (con el que incluso también estudia) y al que resulta muy difícil captar su atención durante una hora entera.

Desde sus inicios, la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) fue consciente de ello y ha desarrollado un modelo que le ha aupado al liderazgo de la educación superior 'on line', en el que lo que más peso tiene es «dotarnos de interactividad, de más multimedia, y de menos formato estático», explica la responsable de Didáctica de Internet en la UNIR y experta en aplicación de las TIC (Tecnologías de la Información y de la Comunicación) a la enseñanza, María Gómez.

Según señala, «este proyecto de éxito» se ha conseguido no sin antes superar algunos obstáculos como «convencer a los profesores de que no tienen que pensar que deben ser tecnológicos para hacer los materiales». «Nosotros somos los que les ayudamos a hacer ese 'traslado' entre la educación superior presencial y en línea: los académicos nos dicen cómo han de ser las asignaturas y luego hay un departamento de soporte a su lado que plasma en las plataformas lo que ellos exigen». «La clave –incide– Gómez– es que acompañes y formes al profesor, es decir, no puedes lanzarle al mundo 'on line' sin más». Y, además, «que tengan un soporte y que se sientan cómodos; que no tengan que improvisar sobre la marcha, sino que desde el principio sepan dónde van a trabajar, en qué entorno, qué materiales necesitan... Es decir, que todo esté bastante estructurado».

Los formatos y contenidos se diseñan y actualizan a la medida de lo que exijan en cada momento los títulos y las asignaturas

Los contenidos han ido evolucionando «básicamente en función de las necesidades de las titulaciones» porque «nos dimos cuenta de que lo que tenía que mandar desde el principio era la parte académica y que no debíamos condicionarlas por herramientas o por formatos».

Asimismo, la interactividad intrínseca a la educación en línea facilita «una relación y un conocimiento de los alumnos que pocas veces se logra en la educación presencial». «Es cierto –reconoce Gómez– que el handicap puede ser la ausencia de un contacto piel a piel, pero lo suplimos con otras cosas». Por ejemplo, adaptando las aulas virtuales a lo que cada titulación necesita y aportando todos los contenidos más didácticos posibles para que despierten el interés del alumnado. Y es que, «como los contenidos son fundamentales para la UNIR, cuando un alumno entra tiene ya todos los materiales a su disposición, lo que facilita enormemente que se sienta muy integrado».

Heterogéneo

Pero cada titulación tiene sus características y necesidades, por lo que el diseño no puede ser homogéneo, incluso ni siquiera en las asignaturas que la conforman: cada una se adapta a lo que precisen los académicos en cada materia. En este sentido, la responsable de didáctica de Internet en la UNIR admite que «desde un principio nos dimos cuenta de que lo que teníamos que conseguir era que todo el mundo se sintiera muy cómodo, pero guiándonos por lo que piden cada título y cada profesor, y creo que hemos aprendido mucho y que es un sistema que funciona».

Asimismo, Gómez sostiene que todo contenido académico es susceptible de poder ser impartido 'on line' y debe ser actualizado de forma constante. También las titulaciones más técnicas porque la clave, enfatiza, «está en adaptar los formatos a lo que mande la materia». Una metodología pueda funcionar para determinadas áreas, «pero eso no significa que haya que incorporarla en todos los grados y a todas las asignaturas». «Y eso es algo que tenemos muy claro en la UNIR: por encima de esos condicionantes tiene que estar lo que pide la carrera», subraya Gómez. Es decir, el autor «es el que hace el material y nosotros le ayudamos a explicar sus conocimientos diseñando los contenidos en las plataformas». « En resumen –concluye–, articulamos la metodología expresa que piden cada título y cada asignatura en concreto».

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