«Logroño es una gran opción para los turistas»

Por las callejuelas de pinchos del centro de la capital se han escuchado numerosas lenguas estos días, la mayoría de ellas peninsulares. El turista nacional es el más abundante, aunque entre el gentío también aparecen algunos extranjeros, como un grupo de personas de origen asiático con un plato de setas a la plancha en la mano. Con el gesto del pulgar hacia arriba dejan claro que lo que están comiendo les gusta. Y mucho. Idioma universal.

También Cataluña es el punto de origen de muchos visitantes en estas fechas. Elisabeth y Lorena Barrachina llegaron desde Barcelona, acompañadas de sus respectivas parejas. «No queríamos coger vuelos y, como buscábamos un sitio que no habíamos visitado antes y que tuviera buena comida, buen ambiente y buen vino, elegimos Logroño», cuentan antes de explicar que su recorrido irá más allá de la capital. «Queremos visitar varios pueblos y ya tenemos cerradas visitas a unas bodegas», señalan las gemelas.

No muy lejos de allí, un nutrido grupo de jóvenes degusta varias tapas. Preguntadas por su procedencia, una de ellas responde: «Venimos del Penedés, tierra de vinos y cava». Su nombre es Cristina Brull y cuenta que todas ellas cumplen los 30 este año y que habían decidido celebrarlo de una manera especial. «Queríamos pinchos y buen vino y elegimos Logroño», certifica.

Su estancia se prolonga desde el viernes hasta el lunes y entre sus planes se incluye una visita guiada por la ciudad o la tradicional a las bodegas. Todavía les quedan cosas por hacer, pero lo que han visto les ha convencido.«El ambiente es muy bueno, muy juvenil, muy divertido», enumera Brull. «Me gusta el bullicio y Logroño es una gran opción para visitar:se come muy bien y la gente es muy amable», recalca.

Los turistas, como ellas, que alargan su estancia se mezclan con los que están de paso. A este último grupo pertenecen Rafael Rodríguez y Patrick Reinés, un madrileño y un mallorquín que comparten barrica con unos cuantos baleares más y algún alicantino. «¿Y esa mezcla?», les pregunta el periodista. «Estábamos haciendo el Camino de Santiago, habíamos llegado a Pamplona y allí llovía mucho y, por eso, hemos decidido venir», expone Rodríguez, quien no duda el deshacerse en halagos con La Laurel. «Es un lugar que hay que visitar al menos una vez en la vida;no hay nada igual en ninguna parte del mundo», afirma. «Algo así no tenemos en Mallorca», añade su acompañante.

También de paso están Adrián García y su familia, de Talavera de la Reina. «Volvíamos desde San Sebastián hasta casa y hemos parado aquí», cuenta. «Y ha sido un acierto porque tanto la comida como el vino están muy ricos», añade. Mientras pronuncian esas palabras, la lluvia ya ha hecho acto de presencia. «Pese a eso, nos está encantando; volveremos seguro», concluyen los toledanos. El clima no estropea su experiencia en La Rioja.