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La deslocalización de empresas es un fenómeno que históricamente ha sufrido La Rioja con salidas traumáticas como la de Ramondin al polígono de Casablanca en Laguardia hace 25 años -originó una disputa con el Gobierno vasco que acabó en los tribunales europeos- o más reciente ... en el tiempo, en 2016, la de Envaplaster a Viana con la pérdida de sesenta trabajadores. Esa amenaza también ha existido durante el verano con el futuro de Talleres Lispar y sus 180 empleos en el polígono logroñés de La Portalada. Y cuatro meses después de ver el horizonte «muy negro», reconocían este miércoles los sindicatos, ahora se divisa sin nubarrones ni incertidumbres.
Esta factoría de la multinacional Standard Profil, dedicada a la fabricación de juntas de estanqueidad para el sector de la automoción -gomas y aislamientos que llevan los modelos de Volkswagen, Mercedes o Stellantis (Citroën, Peugeot, Opel o Fiat)-, no solo mantendrá su plantilla sino que incorporará a los 80 trabajadores de la fábrica Manipulados Mendavia, de los que el 90% son riojanos. En esta operación han participado la dirección del grupo -propietario de ambas- así como los sindicatos y el Gobierno regional para garantizar la continuidad del proyecto al menos durante una década larga.
«Hemos llegado a un acuerdo para que Talleres Lispar no solo permanezca sino que amplíe su plantilla», se congratuló la presidenta de La Rioja, Concha Andreu, que también recibió las felicitaciones del CEO de Standard Profil, Klaus Elmer: «Gracias por tu implicación personal, sin su firmeza e insistencia este acuerdo no hubiera sido posible».
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El Ejecutivo regional «ha hecho todo lo que está en su mano para negociar con la empresa y encontrar una solución beneficiosa», añadió la dirigente regional. Y, con fondos de la Agencia de Desarrollo Económico de La Rioja (ADER), han comprado las instalaciones que ocupa Lispar y en las que está alquilado. Esta decisión, según fuentes consultadas por este periódico, ha sido uno de los elementos que ha inclinado la balanza de Standard Profil en favor de la planta de Logroño en lugar de la navarra, donde se hace el mismo producto y que en principio seguirá como almacén. Porque la operación del Gobierno, valorada en 1,7 millones de euros, permitirá a Talleres Lispar un alquiler con derecho a compra al cabo de doce años. En los tres primeros el arrendamiento será por 100.000 euros y en los nueve siguientes, por 145.000.
Elmer, que también quiso destacar la aportación de los sindicatos UGT y CCOO, señaló que con este acuerdo «ganamos todos» y garantizó «nuevas inversiones». Miembros de su equipo directivo detallaron que la factoría «está consiguiendo nuevos proyectos» con una duración que en el sector de la automoción «sabemos que van más allá de seis o siete años». Y estos pedidos «suponen importantes inversiones en maquinarias que luego tendremos que amortizar». Con lo que el proyecto de Lispar, que arrancó en 2006, quieren que siga siendo de largo recorrido, como el que empezó la multinacional alemana de origen turco.
Porque Standard Profil comenzó su andadura en La Rioja hace casi sesenta años, en 1965, con la fundación de la histórica Permolca en La Portalada. Y en 1990, debido al crecimiento de la compañía, construyó una segunda planta productiva en el polígono de Cantabria, también en Logroño.
«Nuestro sector de la automoción se enfrenta a grandes retos, pero el producto que hacemos de aislamiento en los coches siempre será necesario. Hemos tenido dificultades con la pandemia, los problemas de suministro por los microchips, los costes de la energía... Esperemos que no llegue la recesión económica pero este tipo de noticias que hoy anunciamos son las positivas», concluyó el primer ejecutivo del grupo.
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