En un contexto de guerra por la invasión rusa en Ucrania y de altos costes energéticos, el consejero de Sostenibilidad y Transición Ecológica, Álex Dorado (Logroño, 1982), insiste en la importancia de la transición hacia la eficiencia energética y en la descarbonización de la ... economía mediante fuentes de energía renovables para ser más autosuficientes y depender menos de países y dirigentes «tan desaconsejables y dictatoriales como Putin».
– A la amenaza del cambio climático y a la crisis de biodiversidad se ha sumado ahora la invasión rusa en Ucrania. ¿Ha acrecentado esta guerra la importancia de la transición energética y la instalación de fuentes de energía renovables?
– La guerra ha evidenciado aún más la necesidad del cambio, de la transición energética, y no solo en términos medioambientales o de eficiencia, sino también de cara a la supervivencia de las empresas. Las entidades que no se adapten verán reducida su competitividad, porque dependerán más de la energía que consumen, que ahora está muy alta. La supervivencia de nuestras empresas dependerá en gran medida de cómo se adapten a la transición energética, y en este punto tenemos que estar las administraciones para acompañarlas.
«Le hicimos saber al Ministerio que era un sinsentido y nos dio la razón»
– ¿Cómo se puede acometer esta transformación?
– Costará tiempo. Será una transición paulatina que tenemos que acometer sin pausa y fomentando mucho el I+D+i, porque muchas de las tecnologías que utilizaremos dentro de quince años aún no están inventadas. También tenemos que incidir en las tecnologías de almacenamiento, que es uno de los retos que tenemos, seguir mejorando y explorando otros tipos de energía, como la geotermia, mejorar la protección de las fuentes solares y aprovechar al máximo los recursos a través de la economía circular.
– En un contexto de escalada de precios y de altos costes energéticos, ¿resultan más necesarias que nunca las renovables?
– Las energías renovables se asumen mayoritariamente como la solución a la lucha contra el cambio climático, pero también producen otros beneficios, por ejemplo, abaratan el recibo de la luz, que es una de las prioridades de este Gobierno, y nos aportan una independencia energética que no nos dan otras tecnologías como son el gas, el carbón o incluso la nuclear.
– ¿En qué punto se encuentra La Rioja en cuanto a generación de energías renovables?
– El último informe de Red Eléctrica de España sobre la penetración de renovables hace una primera aproximación que muestra que La Rioja produce el 51% de energía eléctrica mediante fuentes renovables. Esta cifra, si la comparamos con la de 2019, que fue de un 49%, evidencia que la generación ha crecido un poco. Esto tiene su complejidad técnica, porque en poco tiempo, y en unas instalaciones que tardan mucho en tramitarse y en habilitarse, tenemos que alcanzar el objetivo de que el 74% de la electricidad sea renovable para el año 2030, cifra que irá al alza.
– ¿Cómo se puede conseguir este objetivo?
– Para cumplir este objetivo necesitamos implementar los parques de energías renovables, potenciar al máximo el autoconsumo e incidir en la necesidad de cambiar los sistemas de consumo y de producción que tenemos con estrategias de economía circular, como las que estamos impulsando desde el Gobierno. Todo ello, para que no sea solo una cuestión energética, sino que también ponga el foco en cómo producir y consumir, en rechazar el residuo, que este se revalorice y vuelva al punto de partida. Así también ahorraremos en eficiencia energética, que es la gran aliada para mitigar los costes de la luz y el cambio climático.
«Nos hace falta invertir mucho más y asegurar que esta transición sea justa»
– ¿Cómo es el proceso de implantación de los parques de energías renovables en la región?
– El desarrollo de las energías renovables es un proceso ordenado, ya que está regulado por muchos filtros normativos que se tienen que cumplir para poder implementar los parques eólicos o fotovoltaicos en la comunidad. La Rioja cuenta con una ordenación del territorio que limita mucho las zonas en las que se pueden habilitar estas instalaciones. Dos tercios de La Rioja están excluidos de cualquier instalación de energías renovables, y en el tercio restante los controles son muy exhaustivos en cuanto a la salud, la biodiversidad y el paisaje. De hecho, de los seis proyectos eólicos que se plantearon y que son de competencia regional, solo continúan vigentes dos, como son el parque eólico Jubera y Jubera II. El resto, Neralda, La Aldea, Aldealobos y Ausejo-Ocón fueron denegados o dejaron de estar en tramitación, lo que da una idea de la precisión y de lo bien que se realiza la evaluación sobre el impacto ambiental.
– No obstante, muchos de los proyectos han generado controversia entre las plataformas.
– Los proyectos generan controversia por parte de las plataformas, pero también hay otra parte de la sociedad que está bastante de acuerdo con todos los esfuerzos que se están haciendo para luchar contra el cambio climático, y que ven las energías renovables como lo que son, como una aliada para el desarrollo de unas tecnologías que también favorecen el empleo de calidad e impulsan el I+D+i. Además, si los proyectos están bien planteados, pueden convertirse en un aliado para los ayuntamientos, porque favorecen la reactivación de la economía de la zona y dotan de recursos a los residentes de los pueblos o ciudades en los que se instalan.
– Desde el Gobierno presentaron alegaciones contra varios proyectos, entre ellos la línea de alta tensión que planteó Forestalia.
– Desde el Gobierno de La Rioja tenemos la capacidad de alegar contra aquellos proyectos que son tramitados por el ministerio, como es el caso de Forestalia. Este proyecto, que atravesaba varias comunidades autónomas, era un sinsentido, y así se lo hicimos ver al Ministerio. Desde la Administración alegamos en contra y el Ministerio nos reconoció la buena calidad de nuestras alegaciones. Todavía no sabemos el resultado definitivo, pero todo apunta a que este proyecto no saldrá adelante. Además, son proyectos que, en general, no nos gustan a las administraciones porque crean mucha polémica innecesaria y están mal diseñados.
– ¿Quién decide en qué lugar pueden instalarse los parques eólicos y fotovoltaicos?
– Muchas veces parece que el Gobierno es el promotor de los parques eólicos y fotovoltaicos, pero nosotros solo somos los garantes de que dichas iniciativas sean coherentes con la protección de los valores naturales. Nosotros no decidimos dónde habilitar estas instalaciones, pero sí ordenamos el territorio a través de la Red Natura, las reservas y parques naturales y la Directriz de Protección de Suelo No Urbanizable.
– La ambición por ampliar el territorio protegido choca a veces con el interés de ampliar el número de instalaciones renovables. En este sentido, ¿cómo se puede alcanzar el equilibrio?
– El equilibrio está en definir lo que queremos proteger, y desde la Consejería estamos siendo muy exhaustivos con esta protección. De hecho, ya hemos ampliado en más de 13.000 hectáreas la Red Natura 2000 porque tiene valores naturales que hay que preservar. La Consejería de Agricultura también está modificando la directriz de Protección de Suelo No Urbanizable para ampliar los dos tercios del territorio que están excluidos de renovables.
– ¿Cuál es la situación de las instalaciones de autoconsumo?
– El cambio ha sido total desde que llegamos al Gobierno. De hecho, hemos multiplicado por cinco el número de instalaciones de autoconsumo en tan solo dos años, en los que hemos pasado de 100 a las más de 500 que tenemos actualmente. Pero no vamos a parar, vamos a seguir por este camino multiplicador para diversificar nuestras acciones en otros ámbitos del ahorro energético y, también, en otras tecnologías.
– ¿Es suficiente?
– El autoconsumo, aunque tenemos que exprimirlo al máximo, no es suficiente como para satisfacer las necesidades energéticas que tenemos y que vamos a tener.
– ¿Cuáles son los próximos pasos del Gobierno para luchar contra el cambio climático?
– Nos queda mucho por hacer. Tenemos que reducir más las emisiones, y los objetivos son muy ambiciosos, un 55% para el año 2030 a nivel europeo y la descarbonización total de la economía para 2050. La descarbonización es muy necesaria en la lucha contra el cambio climático, idea que ya se ha visto reforzada con la invasión de Ucrania y con la dependencia energética que tenemos de algunos países o dirigentes tan desaconsejables y dictatoriales como Putin. Nos hace falta invertir mucho más, concienciar sobre la necesidad del cambio y asegurar que esta transición sea justa.
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