Derrumbe en Logroño

La muerte de Mahfuz deja cinco huérfanos repartidos entre España y Pakistán

En Logroño residen un tío, un hermano y diversos familiares que están sumidos en el dolor por el inesperado fallecimiento y que, de momento, se van a hacer responsables de los menores.

«Una buena persona y un gran trabajador», lo define Alí, responsable de la empresa Alsarag, para la que trabajaba Mahfuz. «Era muy responsable, muy cumplidor, respetaba a todo el mundo... Ha tenido muy mala suerte. Y, sobre todo, deja una familia grande», añade.

Desde la comunidad pakistaní se están coordinando las labores para repatriar el cuerpo a su país natal. Mahfuz procedía, como gran parte de la colonia pakistaní en la comunidad, de la provincia del Punjab, concretamente del distrito de Jehlum, según explica Fida Hussain, de la Asociación Pakistaní de La Rioja.

Zia Hullah, de la Asociación Pakispano, señala que ahora el trabajo es el de arropar a la familia y ayudarle en todo lo que puedan para superar el duro golpe.

Mientras, el comité de traslado de difuntos ya está comenzando las gestiones para que, cuando la autopsia y los trámites burocráticos lo permitan, se pueda repatriar el cadáver. En casos de repatriación, el comité asume el gasto, además de dar 4.000 euros a la familia para cubrir gastos y también sufragar un billete para acompañar el cuerpo. Tanto Hullah como Fida Hussain coinciden en que al tratarse de un accidente los trámites se pueden alargar y complicar.

A la espera de la repatriación, los pakistaníes de La Rioja han comenzado su particular luto: «Vamos a poner símbolos de luto en la Asociación y realizaremos un rezo especial por él», señala Fida Hussain.

De los otros dos heridos en el derrumbe, uno se encuentra todavía en la UCI y su estado es grave, mientras que el último ya ha pasado a planta. «Los tres son pakistaníes. Había gente de varias nacionalidades, pero nos ha tocado a nosotros», se lamenta Hullah.