Unanimidad educativa sobre los cambios en San Mateo y Semana Santa

Sobre todo porque, como expone Esteban García, secretario técnico de Fapa-Rioja, «las vacaciones escolares de Semana Santa siempre crean problemas porque se mueven cada año y, si caen tarde, el último trimestre pierde mucho valor». Por ello, «hemos intentado mantener un criterio pedagógico para que, si el Jueves Santo cae muy pronto, la semana siguiente a las fiestas sirva de descanso y de separación entre el segundo y el tercer trimestre». Por el contrario, si cae en abril, «la semana festiva escolar debería ser la misma que la del Jueves Santo, como este año, dejando algún día festivo en marzo para que los menores puedan descansar».

Desde Concapa, su presidente, Carlos Torres, parte de la idea de que es «complicado» adoptar una posición que contente a todas las familias por sus circunstancias personales. En este sentido, sobre la posibilidad de que los sanmateos tengan tres días no lectivos, reconoce que «no tenemos tan clara nuestra postura, porque no es una cuestión que se cierre solo al ámbito educativo, sino que intervienen muchos agentes». No obstante, considera que la propuesta del CER «establece un criterio claro que les permitirá a las familias planificarse las vacaciones con bastante antelación en función de cuándo caiga la Semana Santa». «Es verdad que cambiará según el año, pero al menos lo podrán planificar, lo que favorecerá la conciliación laboral y familiar».

Las reacciones son similares entre los sindicatos. Desde Anpe, su presidente, Gustavo Navas, asegura que todas las propuestas son «muy razonables, de sentido común y pedagógico». De hecho, aprueba que haya dos modelos de Semana Santa «para evitar que haya trimestres o cuatrimestres muy largos». «Hay que distribuir de manera equitativa los días festivos entre todo el curso y establecer intervalos de descanso para los docentes y alumnos», resalta Navas mientras apunta que la Administración «debería marcar las directrices el primer día para que sean siempre las mismas, hacer efectiva y real la conciliación y que el calendario laboral coincida lo máximo posible con el escolar».

Por su parte, David Calvo, secretario de Educación del sindicato STAR, asegura que «estamos totalmente de acuerdo con las propuestas, porque suponen un reparto equitativo de la carga lectiva entre los tres trimestres». «Este calendario está diseñado para que el alumnado rinda y para que el profesorado cumpla con su labor, para lo que tiene que haber unos volúmenes de trabajo y descansos adecuados». En este sentido, Pedro Antolín, secretario general de la Federación de Enseñanza de CC OO, cree que, a nivel pedagógico, las dos opciones de Semana Santa «rompen lo menos posible el ciclo del alumnado». Sin embargo, Alejandro Vesga, de USO, el sindicato mayoritario en la red concertada, asegura que «la mayor parte de la concertada prefiere parar en la semana de Pascua y no depender de si cae en marzo o en abril», si bien les parece «lógico» a nivel pedagógico limitar los sanmateos a tres días no lectivos. Desde FSIE, su secretario, Jorge de Leonardo, expone que «desde el punto de vista de la conciliación, es normal que den cinco días de fiesta». Sobre Semana Santa, «si cae tarde, nos parece bien el modelo actual, pero si cae pronto optamos por la festividad en la semana de Pascua».

Desde la Consejería de Educación aseguran que el criterio que se sigue siempre para planificar el calendario escolar es el académico. De hecho, apuntan que la propuesta del CER es «lógica y razonable». Pero aún no hay nada cerrado. «Estamos avanzando en un diálogo con la comunidad educativa para escuchar los puntos de vista antes de tomar una decisión».