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A principios de siglo se contabilizaban en La Rioja más de 200 explotaciones de ganado vacuno de leche, una situación que en nada se parece a la actual. Dos décadas después, solo sobreviven siete vaquerías, cuya productividad media está entre las más altas de España. ... Diario LA RIOJA ha hablado con los dueños de estas explotaciones que viven en su día a día una «continua lucha por la supervivencia», coinciden todos sus responsables. A esta situación de caída libre se ha llegado, dicen, por un cúmulo de factores adversos, entre ellos «la venta de la cuota láctea –similar al papel de viñedo– en 2004. El Estado hizo una oferta para comprar esos derechos y muchos productores, sobre todo si estaban cerca de la edad de jubilación, se apuntaron», recuerda José Manuel Ruiz, propietario de Granja Las Nieves. El sector sufrió ya entonces una notable pérdida de ganaderías.
Esas cuotas desaparecieron el 31 de marzo de 2015 y a partir de entonces la Unión Europea permitió a las explotaciones producir tanta leche como fueran capaces. Para ello era preciso hacer inversiones importantes, pero no todos los vaqueros tenían el músculo económico necesario para hacer desembolsos económicos millonarios. «En Calahorra llegó a haber 33 granjas y hoy apenas quedamos tres», detalla José Luis Martínez Falcón.
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Juan Carlos Berdonces
Desde 2016, La Rioja ha perdido la mitad de las ganaderías vacunas de leche –entonces había trece– pero esta tendencia a la baja es generalizada en toda España y en estos ocho años se ha pasado de tener 16.340 a estar ya por debajo de las 10.000, en concreto hay 9.743 según el último dato oficial de la Dirección General de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura. Las consecuencias de la guerra de Ucrania que dispararon los precios del cereal en 2022 o los efectos de la sequía del año pasado que llegaron a triplicar el precio de la paja también han hecho mella en los ganaderos. Y la agonía continúa.
3.400 vacas
de leche, aproximadamente, suman las siete ganaderías riojanas según los datos facilitados por sus responsables. Cada animal da a diario una media de unos 33 litros de leche, que van para la industria láctea o para elaborar quesos.
El futuro está «incierto, pero como en casi todas las actividades económicas», señala Jesús Castillo, dueño de Las Estanquillas, en Alfaro, la mayor explotación de La Rioja con «picos de hasta 2.000 vacas». Desde hace un tiempo, su ganadería está en venta «y estamos buscando un salida, intentando asociarnos con empresarios de fuera de la comunidad para encontrar relevo». De otra manera cree que no sería posible «porque las nuevas generaciones no quieren seguir».
Y es que la falta de rentabilidad en el sector cada vez es más acuciante, «ocasionada por unos elevados costes de producción en alimentación, equipos, insumos, mano de obra, regulaciones y normativas ambientales...», apunta Ulpiano Fernández, veterinario de asesoramiento ganadero de ARAG-Asaja. A ello le suma unos «precios ruinosos que llevan estancados desde hace muchos años» por parte de una industria que «controla la situación presionando a la baja». Así, el precio del litro de leche que cobra el ganadero ha caído en el último año «de 60 céntimos, a 51», asevera Fernández con datos del Ministerio de Agricultura y de la organización profesional agraria Asaja a nivel nacional.
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