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Aralia Servicios Sociosanitarios aterrizó en La Rioja en 2017, cuando ganó la licitación del centro de día de Alfaro (30 plazas). Para entonces el nombre de su fundador, José Luis Ulibarri, ya estaba asociado a tres de los casos de corrupción más relevantes: Gürtel, ... Púnica y Enredadera. El de Alfaro fue el estreno de la firma en la gestión sociosanitaria de la región que alcanzaría su cenit en 2019 al ganar la licitación de la residencia de Nájera. La firma aprovechó que el pliego de condiciones valoraba sobre todo el precio (60%) para hacer una oferta especialmente baja a la que muchos achacan la situación que vive el centro. Tan baja fue que le acusaron de temeridad. El Tribunal Administrativo Central dijo que no existía, pero que la rozaba: para entender que la rebaja era temeraria tendría que haber sido superior al 37,21% y fue 'solo' el 34,81% inferior: 49 euros por persona y día cada plaza de la residencia (entre 58,89 y 53,57 euros fue el precio de la competencia); 26 euros cada una de las 30 plazas del centro de día (entre 49,49 y 34,85 la del resto de licitadores).
La gestión de Aralia Servicios Sociosanitarios termina el próximo 31 de mayo, en apenas un mes, si bien sigue sin publicarse el nuevo pliego de licitación. El Ejecutivo regional, cuestionado por este periódico, apunta que se han redactado una decena de informes tras otras tantas visitas realizadas por el Servicio de Inspección de la Consejería. Fruto de esas visitas, Servicios Sociales abrió dos procedimientos sancionadores. El primero de ellos, el 2 de junio del año pasado, por dos infracciones, una leve por «prestar una asistencia inadecuada a las personas usuarias, siempre que no se les causen perjuicios de carácter grave», y una grave por «desatender las necesidades básicas de atención sanitaria, así como las de higiene y limpieza que comporten riesgo grave para las personas usuarias». El segundo, cuatro meses después por una infracción grave: «prestar una asistencia inadecuada a los usuarios o la omisión de actuaciones cuando con ello se provoque un perjuicio grave». En ambos casos Aralia abonó voluntariamente la sanción impuesta por el Ejecutivo.
De igual manera, Servicios Sociales también ha aplicado en 13 ocasiones las penalidades impuestas en el pliego por incumplimientos parciales del contrato. Todas esas sanciones hacen referencia a la ausencia de personal (ver ficha adjunta) suficiente. Tras su aterrizaje en Nájera, Aralia ha ganado otras cuatro licitaciones: tres en Educación (dos de limpieza y una de servicios bibliotecarios para la Biblioteca de La Rioja en Logroño) y una en Justicia (limpieza de las instalaciones de Logroño).
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