La Rioja demanda camareros, vendedores, limpiadores y empleados domésticos

«La hostelería está creando empleos como nunca», confirma Francisco Martínez Berges, presidente de la Asociación Hostelería Riojana, integrada en la Federación de Empresarios de La Rioja (FER). «El turismo está tirando otra vez de este país, pero no encontramos gente que quiera trabajar. Y hablo de que un camarero sin experiencia se lleva a casa limpios 1.368 euros al mes; aunque parece que la gente, después del covid, ha decidido vivir. Ese es el verdadero problema y no las condiciones laborales. Antes podías encontrar estudiantes que quisieran trabajar en verano, pero eso ya no existe. Hay compañeros que han tenido que cerrar quince días porque no encuentran gente para cubrir las vacaciones o para trabajar los fines de semana».

Desde los sindicatos, el panorama se ve de otra manera. «Es cierto que el repunte del turismo en nuestro país ha provocado que haya sectores, como el de la hostelería, en el que hay más demanda; pero faltan buenas condiciones de trabajo», señala Jesús Izquierdo, secretario general de UGT Rioja. Lo mismo sucede con los vendedores en tiendas, el segundo perfil más requerido: «En este caso el convenio de Comercio está caducado desde 2018», advierte. Para Jorge Ruano, secretario general de CC OO, hay varios factores que explican que existan oficios difíciles de cubrir: «El principal son las condiciones laborales, entendidas en sentido amplio –puntualiza Ruano–. En algunos casos tienen que ver con unos salarios bajos, pero en otros pesan más las jornadas o incluso el bajo reconocimiento social que tienen. Y también la formación, o bien porque no la hay o bien porque no se reconoce en los salarios». Ruano apunta un cierto «cambio cultural» que hace que los trabajadores brinden hoy más atención a aspectos como la conciliación con la vida familiar o el tiempo de trabajo.

En SEPE también incorpora un escueto análisis, basado en una encuestas, sobre el desajuste entre la oferta y la demanda de empleo, especialmente notable tras el impacto del covid. «No hay un único factor –apunta–, sino una conjunción de factores que determinan las dificultades de cobertura de los puestos de trabajo en cada ocupación». En algunos casos, como en la falta de conductores de autobuses o de albañiles, se da casi una tormenta perfecta: no hay suficientes candidatos, no tienen la experiencia necesaria, no reúnen la competencia técnicas exigibles y, para colmo, los posibles interesados se quejan de las condiciones laborales de unos trabajos físicamente exigentes.

Las negativas condiciones laborales concurren en varios casos, muy diferentes entre sí: médicos de familia, enfermeros no especializados, auxiliares de enfermería, conductores, camareros, fisioterapeutas, educadores sociales, cuidadores a domicilio, conductores de autobuses, albañiles y cocineros. Sin embargo, hay profesiones cuyas vacantes no se cubren y no por culpa de que las condiciones laborales sean percibidas como malas. Al contrario. Es el caso de los soldadores, los operadores de máquina-herramienta, técnicos en electricidad, profesores de Formación Profesional, mecánicos e instaladores de aparatos de calefacción y refrigeración. En estos casos la ausencia de candidatos tiene que ver con la falta de competencias técnicas y la nula experiencia de los posibles trabajadores. «Por eso insistimos en la necesidad de la formación permanente», apunta Jesús Izquierdo. Unas palabras refrendadas por Jorge Ruano: «Antes uno se formaba y luego entraba en el mercado de trabajo. Ahora la formación debe ser permanente para posibilitar el reciclaje y tenemos que hacerla atractiva para el trabajador. El Plan de Empleo de La Rioja que estamos negociando debe ir en esa línea».

A la hora de elaborar su lista con las ocupaciones con un mayor pronóstico de contratación, el SEPE distingue tres modelos: la indefinida, la temporal y la que se realiza a través de ETT. En el primer caso, los primeros puestos los ocupan camareros, vendedores, personal de limpieza, empleados domésticos, ayudantes de cocina y cocineros. «Las ocupaciones de camareros y peones de industrias manufactureras son las únicas que figuran entre las que tienen mejor pronóstico en los tres tipos de contratación», advierte el informe. Por el contrario, los empleados domésticos, los administrativos, los albañiles y los peones de construcción solo figuran en la lista de las contrataciones indefinidas.

En el caso de las vacantes que se cubren a través de ETT surgen algunas novedades, como la petición de teleoperadores, de descargadores y de telefonistas. Finalmente, en cuanto a los temporales, se incluyen los auxiliares de enfermería y las ciudadoras de niños.