Secciones
Servicios
Destacamos
Año 2012, el primero del que existen datos en la web del Banco de Sangre de La Rioja: se contabilizaron 11.592 donaciones de enero a diciembre. Año 2023, el último que se ha cerrado: el número de donaciones se sitúa en 9.254, un ... 20% menos que doce años antes. La tendencia es claramente a la baja y trae con ella consecuencias como la registrada en el último curso, cuando las reservas de sangre se han visto mermadas un 24%. Aun así, desde el Banco de Sangre se asegura que la situación se encuentra«en estos momentos» controlada a la espera de una mejoría en los próximos meses.
Carlos Sola es el director de esta entidad y reconoce esta regresión, sobre todo en los últimos tres años. «Ahora mismo estamos un 2% peor que en 2023, que ya fue malo», advierte, al tiempo que trata de buscar razones que expliquen esta situación. Una de ellas es el aumento de las exclusiones temporales (personas que no pueden donar en un momento determinado por un motivo concreto) a causa de haber viajado previamente a lugares con transmisión de virus provocados por los mosquitos, como el del Nilo «A nosotros nos empezó a afectar cuando llegó a Tarragona hace dos años», expone Sola. «La gente venía, le decías que tenía que estar 28 días sin poder donar y luego alguno no se acordaba de volver», añade. De hecho, el director del Banco de Sangre sitúa en 500 los rechazos por ese motivo el año pasado. «Y a esos habría que sumar a aquellos que ya conocían esa limitación y no venían; calculamos que han podido ser unos 1.000 en total», apostilla Sola.
Noticias relacionadas
Esta problemática ya es cosa del pasado, puesto que en agosto llegó a La Rioja una nueva técnica para identificar esos virus y, en el caso de dar negativo, la persona en cuestión podrá llevar a cabo su donación sin problema. «Puede ser un punto para empezar a remontar a partir de octubre», desea Sola. Aun así, hay otras razones que explican esta tendencia a la baja que ha llegado a su punto álgido en el reciente septiembre, cuando se registraron únicamente 637 donaciones, la cifra más baja de cualquier mes desde 2012. «Ha sido un mes muy malo, un 19,5% inferior al del año pasado», admite del director del Banco de Sangre.
Además de la cifra de rechazados, Sola habla también de un cambio de tendencia en los donantes. «Los de toda la vida se acercaban al punto de extracción varias veces a lo largo del año, pero los nuevos no lo hacen con tanta frecuencia», cuenta. «Si la mitad de los que donan solo una vez al año lo hicieran dos, aumentaríamos de un modo notable las reservas», añade el responsable del Banco de Sangre, quien expone también cómo la entidad intenta potenciar esas actitudes. «Les mandamos un mensaje el día de su cumpleaños y otro a los seis meses para que nos tengan presentes y así se acuerden de venir», expone.
A pesar de esa disminución constante de donaciones, las transfusiones no se han visto afectadas, según Sola. «Se necesita un equilibrio entre ambos aspectos, entre donaciones y transfusiones, y si las segundas bajan también se necesitan menos de las primeras», expone. Y los datos apuntan a que en 2010 el número de transfusiones totales en La Rioja se elevó hasta las 12.409, mientras que en 2023 se quedó en 8.816. «El equilibrio es necesario porque hay que tener en cuenta que la sangre tiene una vida útil limitada», recuerda Sola.
Aun así, desde el Banco de Sangre se reconoce que hay momentos más problemáticos y es ahí cuando se lanzan llamamientos a la sociedad, que suelen dar sus frutos. «Uno de ellos fue a mediados de agosto y ahí sí que apreciamos un incremento importante», cuenta Sola. «Y claro, los que donaron en agosto no pudieron hacerlo en septiembre», añade buscando otro motivo para la baja cifra de actuaciones en el último mes.
De momento, por lo tanto, la situación está controlada. Y eso que las reservas de sangre, además de experimentar ese descenso del 24% con respecto al año pasado, también se han visto mermadas en un 15% en comparación con el anterior mes, el de agosto. «Se nota mucho la actividad quirúrgica extraordinaria y este año ha habido más», apuntilla Carlos Sola, quien explica también que normalmente La Rioja siempre ha tenido más escasez de sangre 0- y A-. «Pero como las campañas se han centrado en ellos, esos grupos han llegado a un equilibrio y hemos tenido un descenso importante de otros», señala el responsable de la entidad que gestiona todo este material. De hecho, en la página web del Banco de Sangre se observa que las necesidades mayores se centran ahora en la sangre del tipo A+. «De cualquier manera, es importante que vengan de todos los grupos a donar porque lo que tenemos que conseguir es que la sangre esté esperando en las neveras a los pacientes y que nunca sea el paciente el que tenga esperar la sangre», recalca antes de hacer un llamamiento a la donación. «Cuesta muy poco», certifica. «La gente se suele dar cuenta de la importancia cuando alguien cercano necesita una transfusión;si antes no viene nadie a donar esa sangre, seguramente esa persona no podrá seguir adelante con su vida», concluye.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.