La UR presenta una vacuna terapéutica contra el cáncer probada con éxito en ratones

La cura del cáncer es una meta todavía lejana, pero gracias a la investigación científica van dándose pasos en la dirección correcta. La Universidad de La Rioja acaba de dar uno de esos pasos: la investigadora Iris Bermejo y el grupo de Química Biológica de la UR han conseguido desarrollar una vacuna terapéutica que en un futuro puede brindar a la humanidad un arma de grueso calibre en la batalla contra el cáncer. La UR y la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) presentaron ayer esos avances científicos. Se trata de ciencia básica y eso quiere decir que todavía hay que cubrir muchas etapas para que las vacunas puedan ser utilizadas por los seres humanos, pero su hallazgo es un primer paso ineludible.

La tesis doctoral de Iris Bermejo, dirigida por Francisco Corzana y Jesús Manuel Peregrina, abordó estas cuestiones. Sus trabajos fueron posibles gracias a los fondos de la Carrera de la Mujer, organizada por la Asociación contra el Cáncer de La Rioja. «Nos dimos cuenta de que en las membranas de las células tumorales aparecía una molécula pequeña sobreexpresada que funcionaba como antígeno. Esto es, el organismo, el sistema inmune, desarrollaba anticuerpos contra él», explica Jesús Manuel Peregrina. Ese antígeno tiene una estructura muy sencilla: es un aminoácido unido a un pequeño carbohidrato. Lo que decidieron fue modificar en laboratorio su estructura, provocando «pequeños cambios» y utilizar las preparaciones resultantes por un lado para la elaboración de vacunas terapéuticas y, por otro, para el desarrollo de sistemas de detección precoz del cáncer. Esta es la investigación que se hace ahora en el equipo de Química Biológica de la UR y que ya ha cuajado en la redacción de varias tesis doctorales y en la publicación de sus resultados en revistas de prestigio.

Francisco Corzana recordó que estas mucinas se encuentran alteradas en más del 90% de los cánceres: «Nosotros somos capaces de generar antígenos no naturales basados en esas mucinas. Digamos que hemos encontrado un elemento químico que nos permite diferenciar a las células sanas de las células cancerosas», ha indicado. Corzana ha señalado que además el departamento de Química Biológica de la UR trabaja en dos líneas realacionadas con el cáncer: una sobre vacunas terapéuticas y otra sobre terapia dirigida, de manera que los fármacos ataquen solo a las células enfermas y no afecten a las sanas. Asimismo, investigan en una línea complementaria sobre diagnóstico precoz del cáncer.

Tanto Peregina como Corzana han agradecido a la Asociación contra el Cáncer la financiación de estos programas. Su presidenta, Elena Eguizábal, ha intervenido para recordar que la investigación «es fundamental para abordar la lucha contra el cáncer a medio y largo plazo» y que la Asociación se ha planteado financiar programas de investigación científica de calidad. A nivel nacional, la AECC ha destinado 79 millones de euros para sostener 40 proyectos; en el caso riojano, de los 300.000 euros que aporta la Asociación, la mitad se destina a financiar becas de investigación en la UR. «Juntos somos más fuertes contra el cáncer», ha señalado Eguizábal.

En cuanto a los científicos del grupo de Química Biológica de la UR, Peregrina ha recordado la dificultad de encontrar financiación para la investigación básica, cuyos resultados –no siempre garantizados– exigen superar el corto plazo y mirar más allá de las próximas elecciones. «Este es el caballo de batalla que tenemos. Es muy difícil convencer para que se financie la ciencia básica, que no tendrá una aplicación mañana. Los tiempos corren de manera muy diferente para unos y para otros. Pero todo es investigación: para que haya una investigación aplicada debe haber una básica». Alfredo Martínez, presidente del comité técnico de la Asociación contra el Cáncer en La Rioja, lo ha resumido en una frase contundente: «La investigación de hoy es la medicina del mañana».