Lejos de acortar distancias, las divergencias políticas se ensanchan en La Rioja. La comunidad autónoma no ha sido ajena durante el año que está a punto de concluir a la polarización que se experimenta también a escala nacional y, con las singularidades propias del territorio ... y el cariz de los líderes regionales de cada formación, las diferencias entre uno y otro lado del fiel de la balanza política amenazan con cronificarse. En ese escenario sin apenas puentes entre ambas orillas, la pandemia ha ejercido también políticamente como gasolina para avivar el fuego. En lo que no ha habido novedad es en la brecha, cada vez más acusada si cabe a medida que avanza la legislatura, entre el bloque progresista que sustenta el Gobierno de Andreu y el que conforman PP y Cs en un hemiciclo que ha sido durante 2021 el terreno más visible donde se ha cargado el juego en los extremos. Así, lo que para unos ha sido un actuación ajustada para encarar el impacto económico, social y sanitario del COVID con la vacunación por bandera, para los otros ha estado carente de contundencia y sobre, todo, anticipación. En otras palabras: se podía haber hecho más, pero sobre todo antes, mejor y de manera homogénea en el conjunto del país.
Publicidad
El año ha servido también para seguir desplegando el acuerdo de gobernabilidad que descabalgó al PP del poder. Un avance cargado de polémica por parte de la oposición en materias como sanidad, educación o rescate de servicios públicos, que ha tensionado aún más las posiciones. Para el PSOE no hay debate posible al respecto. Lo firmado con sus socios al inicio de legislatura seguirá materializándose pese al ruido o las desavenencias que pueda provocar entre los que se consideran damnificados. Especialmente IU observa los pasos que se siguen dando en esa dirección como un giro necesario. Un triunfo que tiene a la organización de Diego Mendiola y Henar Moreno como muñidores imprescindibles mientras Raquel Romero sigue desconectada de la dirección oficial de Podemos aportando su voto y su silencio para que la estabilidad no se quiebre.
La mirada al ejercicio político queda incompleta sin un vistazo hacia dentro de cada partido. Con las excepciones precisamente de IU y del Partido Riojano que continúan comandando repectivamente Diego Mendiola y Rubén Antoñanzas sin tensiones internas aparentes, el resto ha coleccionado durante el año su propia dosis de quebrantos. En unos casos maquillados, en otros tan elocuentes que ni los protagonistas han disimulado.
Por el rango de los actores principales y sus derivadas en el Gobierno regional en forma de una catarata de relevos en todos los niveles, la disputa entre Concha Andreu y Francisco Ocón por el control orgánico del PSOE ha copado una generosa gavilla de titulares. El paso atrás dado finalmente por el de Arnedo y la confirmación de su compañera de filas como secretaria general además de presidenta de La Rioja zanjaron (al menos de puertas afuera) una crisis que conectaba irremediablamente la sede de Martínez Zaporta con el Palacete de Vara de Rey. Lejos de aprovechar la debilidad de su rival más directo, el PP también se embriagó de los afanes de poder después de que José Ignacio Ceniceros confirmara su decisión de no presentarse a la reelección y el congreso para concretar su suecesor se dilatara en el tiempo. El primer tramo del próximo año es el plazo estipulado para conocer quién ocupará el despacho principal de la sede popular en Duquesa de la Victoria y, por ende, será la cabeza de cartel en los próximos comicios. Tras su sonado cese como secretario general del partido, Alberto Bretón sigue mostrado abiertamente su voluntad de encabezar el proyecto popular. Todo indica que tendrá como contrincante a Alfonso Domínguez, aunque el exconsejero de Hacienda aún no ha verbalizado con rotunidad sus intenciones y las costuras del PP siguen sin suturar.
Noticia Relacionada
Ciudadanos tampoco se ha quedado atrás en la profundidad de la brecha abierta en su seno. En un contexto nacional de desintegración a pasos agigantados de la fuerza que abanderó Albert Rivera y a punto estuvo de alcanzar las máximas cotas de poder, la ejecutiva naranja implosionó en noviembre también en la comunidad, donde mantiene cuatro diputados. Pablo Baena dejó de ser coordinador autonómico a la espera de la decisión que adopte la dirección nacional, de forma que la tarea de Cs se focaliza en el Parlamento y los ayuntamiento donde todavía mantiene representación.
Publicidad
Podemos también ha viajado en el vagón de las desavenencias internas. Tras el triunfo de Arantxa Carerro en las primarias para ocupar la dirección vacante de la formación morada en La Rioja, el frente judicial abierto por sus contrincantes –y hasta la autoproclamación de una dirección regional alternativa– se saldó con el reconocimiento pleno de la victoria de la también concejal de Haro, la expulsión de la organización de los miltantes díscolos con la directora general del Gobierno La Rioja Sara Carreño a la cabeza y el distanciamiento ya absoluto entre la consejera Raquel Romero y su entorno con la dirección regional refrendada por Madrid. Vox también se haya inmerso en un proceso de cambio no exento de agitación. Fue en octubre cuando la dirección que encabeza Santiago Abascal anunció el relevo en la cúpula regional de Maite Arnedo, la única concejal del partido en la comunidad en el Ayuntamiento de Calahorra, por el abogado Carmelo Borondo. Y todo, después de que Arnedo desmintiera unas declaraciones de la dirigente nacional Rocío Monasterio en las cuales aseguraba que la organización había hecho pasar a hombres por mujeres para confeccionar listas electorales 'cremallera' en La Rioja.
Noticia Relacionada
Noticias Relacionadas
Sin interrogar directamente sobre la cuestión y pese a las turbulencias que atraviesan o han atravesado algunos de los principales partidos, todos están más que seguros de sus opciones en la próximas elecciones que cada vez están más cerca. Pasado el ecuador de la legislatura, Andreu insiste en la fortaleza del bloque de izquierdas y la conveniencia de disponer de cuatro años más o incluso ocho para desplegar con plenitud el programa electoral socialista. IU se muestra confiada en que su protagonismo será reconocido en las urnas, posiblemente dentro de un frente amplio en sintonía con la actual dirección regional de Podemos y el con Yolanda Díaz como líder guía nacional. Tampoco Cs renuncia a nada ante el próximo ciclo electoral pese a su delicada coyuntura, mientras que el PR+ también se postula para convertirse desde la independencia en una pieza determinante en la aritmética de mayorías que puedan dibujarse a medio plazo. Al igual que Vox, que según Borondo está operando un crecimiento exponencial y encara el 2022 como el año de su consolidación para romper el actual estatus quo.
Publicidad
Hasta entonces, el auténtico protagonismo recae en los fondos Next Generation provenientes de Bruselas para empujar la recuperación de La Rioja a partir de proyectos de alcance. Un maná que el Gobierno ya acaricia y que la oposición en general sigue observando con esceoticismo mientras no engrosen las arcas riojanos.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.