Ambulancias en la puerta de Urgencias, este jueves. MIGUEL HERREROS
Sanidad riojana

«Nunca hemos estado así»: la sanidad riojana afronta su peor verano

Con el San Pedro por encima del 100% de capacidad y las Urgencias al máximo, el Seris se tensa al límite este julio

Pablo Álvarez

Logroño

Sábado, 23 de julio 2022, 02:00

El final de la primavera ya fue duro, y el verano no ha mejorado la situación. Antes al contrario: cuando lo habitual es que el Hospital San Pedro estuviera a medio gas, con alguna planta cerrada y muchos sanitarios de vacaciones, la realidad de ... este 2022 es la contraria. De hecho, la sanidad riojana se enfrenta a lo que sus responsables llaman sin dudar el peor verano que se recuerda.

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«Nunca habíamos estado así». La frase es del director médico del Hospital San Pedro, Adolfo Calvo, pero todos los responsables del Seris coinciden: el sistema está recibiendo una afluencia de pacientes desconocida durante los últimos meses, que ha llenado (casi literalmente) el San Pedro. Una situación que tiene su máximo escaparate en el saturado servicio de Urgencias del hospital logroñés.

Coordinador de Urgencias«Que se atienda a menos pacientes en Primaria evidentemente tiene que ver con que vaya más gente a Urgencias»

Rubén Castejón | Coordinador de Urgencias

Los números son aplastantes. A estas alturas del año pasado, Urgencias había tratado a unos 49.000 pacientes. Este año ya pasan de 60.000. Y cuando la afluencia media rondaba los 250 al día, se ha pasado a una media más cercana a los 350, con picos superiores a los 400. Y la misma situación se repite en las urgencias logroñesas del CARPA o en las del Hospital de Calahorra.

«Tenemos muchos pacientes mayores de 80 años con patologías crónicas que se descompensan»

Adolfo Calvo | Director médico del San Pedro

Tres causas... y más

¿Qué está pasando? No hay una explicación única, pero Rubén Castejón, el coordinador de Urgencias del hospital, aventura cuatro factores principales de una realidad compleja que aún se esfuerzan por desentrañar en todos los hospitales españoles, que viven una situación similar.

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– El COVID. La pandemia no se ha ido del todo, y no lo hará en los próximos meses. Sigue habiendo 56 ingresados, uno de ellos en UCI, el resto en las plantas sexta y séptima. Además, en Urgencias son lo que Castejón define como «pacientes que pesan». Es decir, que requieren una atención especial (aislamiento, uso de EPIs de los sanitarios) y más recursos de los profesionales. La última ola no ha alcanzado los niveles de las precedentes, gracias a la vacunación, pero ha contribuido al aumento de pacientes en estos meses.

– El calor. Desde prácticamente finales de mayo España está encadenando olas de calor, de mayor o menor intensidad, pero muy prolongadas en el tiempo. «Tanto calor durante tanto tiempo tiene un impacto alto», señala Castejón. Alto pero difícil de cuantificar, porque aparte de los pacientes con patologías directamente relacionadas (como el ya famoso golpe de calor), la temperatura tiene influencia indirecta en patologías crónicas que se descompensan. «Tenemos muchos pacientes de más de 80 años en esa situación», explica Adolfo Calvo. Pese a todo, los responsables del San Pedro calculan que hasta un 30% de los ingresos puede tener relación con las altas temperaturas.

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– Los crónicos. Hay otro fenómeno de más difícil explicación, pero que lleva meses siendo patente en los sistemas sanitarios de toda España. Las Urgencias se llenan de los antes mencionados 'crónicos descompensados'. Es decir, paciente de edad avanzada, con patologías crónicas que empeoran súbitamente: insuficiencias cardiacas o respiratorias, por ejemplo. El calor es un factor, y el COVID podría ser otro, pero también algo más estructural: que la población de más edad aumenta, y con ese aumento las necesidades cambian. También son pacientes «que pesan» que requieren mucha monitorización y una estancia larga.

Ir en ambulancia no significa ser atendido antes

La alta afluencia a Urgencias no ha dejado de ser noticia en las últimas semanas, pero el jueves volvió a salir a la palestra por la denuncia de la CSIF, corroborada por los profesionales, sobre las largas esperas de las ambulancias para que sus pacientes fuera atendidos. «Es algo que no queremos que pase, pero está claro que va a pasar alguna vez», señala el coordinador de Urgencias. En cualquier caso, y para evitar tentaciones, el doctor Castejón recalca que «llegar en ambulancia no garantiza que te cojan antes». Los circuitos de triaje son los mismos para todos, y se prioriza la gravedad del paciente, no el medio en el que llega. Por ejemplo, señala, «muchos infartos nos llegan por sus propios medios, aunque no nos gustaría que fuera así». En cualquier caso, al menos en los próximos días, los pacientes menos graves seguirán teniendo que esperar horas.

– La Primaria. Es evidente que si al respuesta es menos rápida en la Atención Primaria, más pacientes recurren como su primera puerta de entrada a las urgencias. Y ésa es ahora mismo la situación. Primero, porque siguen faltando médicos de familia, otro fenómeno global que parte de la base: no son muchos los estudiantes de Medicina que sueñen con ser médicos de familia. Y segundo, porque el sistema de atención ha cambiado. Ahora mismo un médico de un centro de salud atiende a un máximo de 43 pacientes, incluyendo ahí los cinco «huecos» que quedan sin asignar para atender a los casos más urgentes del día a día. Es más tiempo por pacientes, lo que influye en la calidad, pero menos pacientes al día. «Eso evidentemente tiene que ver con que vaya más gente a Urgencias», reconoce Rubén Castejón. «Esa ecuación entre cantidad y calidad es difícil de solucionar. Y también es evidente que si todas las plazas de Primaria estuvieran cubiertas, Urgencias estaría mejor».

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Todo abierto... y esfuerzo

¿Qué hacer ante esto? Por ahora, el San Pedro mantiene abiertos todos sus controles. Abiertos y muy llenos. Aunque ayer viernes estaban ocupadas alrededor del 90% de las camas nominales del hospital, la ocupación real de pacientes sobrepasa el 100% de esa capacidad teórica. La diferencia se explica porque hay pacientes de COVID en camas dobladas, es decir, más de un enfermo por habitación, inusual en el San Pedro.

«Los profesionales están haciendo un esfuerzo importantísimo y muy discreto», remarca la consejera de Salud, María Somalo. «Todos están donde tienen que estar, y dándolo todo». No se han suspendido vacaciones, pero sí se ha cambiado la dinámica de esas vacaciones para mantener los turnos más nutridos, y también la presencia de especialistas los fines de semana, con turnos reforzados.

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Y aún así, la situación va a prolongarse. «Nos espera al menos una semana muy complicada, seguro», lamenta el responsable de Urgencias. El verano del 2022 será recordado, aunque falta saber si será por una situación única o por el inicio de un cambio de tendencia que durará.

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