Luis Lezana, en las instalaciones del parque Tierra Rapaz ubicado a 400 metros de la planta de biodiésel. l.r.
Explosión en una planta de biodiésel de Calahorra

250 niños de Zaragoza y Calahorra evacuados de Tierra Rapaz tras la explosión

Luis Lezana, director del parque de aves rapaces, explica que minutos después de una explosión «potentísima, impresionante, con unas llamaradas tremendas», los menores han abandonado el lugar en los autobuses en los que habían llegado

Luis J. Ruiz

Logroño

Jueves, 26 de mayo 2022, 14:03

En línea recta, menos de 400 metros separan las instalaciones de la planta de biodiésel del polígono El Recuenco de Calahorra que ha sufrido una explosión esta mañana, de Tierra Rapaz, parque temático de aves rapaces. Cuatro fincas labradas y la trinchera del ferrocarril ... separan los límites de una y otra instalación. Desde primera hora de esta mañana, unos 250 niños disfrutaban con las exhibiciones de las aves y compartían juegos y fiesta. Habían llegado de Calahorra, de Zaragoza y de algunas otras localidades del entorno en la tradicional excursión de fin de curso. A las 12.55 horas, enzarzados en juegos y gritos, muchos de ellos no se enteraron de lo que había sucedido. Luis Lezana, director del parque, sí.

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«Ha sido una explosión potentísima, impresionante, con unas llamaradas tremendas», recordaba a través del teléfono mientras, siguiendo las instrucciones de las fuerzas de seguridad, abandonaba a sus aves y se alejaba del lugar. «Todos los niños están bien. De hecho, rápidamente han venido los autobuses y ya han sido evacuados», explicaba apenas media hora después del trágico suceso en el que han perdido la vida dos trabajadores y criticaba las medidas de seguridad de la planta accidentada. «¿Qué tipo de seguridad tiene una planta como esta para registrar la explosión que hemos visto?», se cuestionaba.

Poco después de la explosión, hasta el parque se han acercado las primeras patrullas de la Guardia Civil y de la Policía Local para comenzar las labores de evacuación, que se ha realizado de manera muy rápida. «Los niños no se han enterado. Estaban en sus juegos, había mucho griterío, pero los adultos si nos hemos dado cuenta», completaba explicando que antes de abandonar el lugar han tenido que retener a los animales para evitar que se vieran afectados por el humo que inundaba el lugar.

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