Los precios suben, pero no mucho

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Sergio Martínez

«Para lo que se habla y especula, todo ha subido muy poco», explica Henar Pecharromán, mientras atiende diligente a una nutrida clientela de la Pescadería Domingo Navajas, en el mercado del Corregidor de Logroño. «Este año, quizá por llevar la contraria a lo que se dice a bombo y platillo, los precios están bastante bien», añade mientras menciona las cocochas y el calamar como los productos estrella para estos días, sin perder de vista «la merluza, el rodaballo o la lubina, que muchos cogen ahora por cambiar un poco». Almejas, percebes, langostinos, bígaros... el marisco también se suma a la fiesta como no hace en ningún otro momento del año. Y pese a la creencia, su coste apenas ha variado en estas fechas, si bien, ni clientes ni comerciantes descartan una subida de última hora. «La próxima semana va a estar todo más caro», apunta Pilar después de hacer la compra en la pescadería y dejar el pedido para Nochebuena, una cena de tradición: «He cogido lo de todos los años, luego veremos como lo pongo, pero somos trece así que hay que dejar todo encargado».

En los primeros días de noviembre, Diario LA RIOJA recorrió diferentes puestos de los mercados de San Blas y el Corregidor para recoger los precios de esos productos típicamente navideños. Ayer, volvió a hacerlo para realizar una comparativa que en cierta medida sorprende, ya que poco ha cambiado. Las almejas a 25,9 euros el kilo; la merluza a 24,9; el rodaballo, el calamar y la dorada a 22,9... Solamente suben un euro los langostinos, hasta 17,9. Siempre se teme el encarecimiento, especialmente, en el marisco, pero la realidad en estas navidades parece ser otra, si bien, en los productos más exclusivos, como en las angulas o los carabineros, será inevitable.

En la plaza de Abastos, el ajetreo también es mayor que cualquier otro martes, con el puesto de Bacalaos Alejandra como uno de los puntos de mayor afluencia, apoyado además estos días por la popularidad de los bonos comercio. «Los clientes los aprovechan», señala Sara García, que asegura sin dejar de atender que «llevamos una temporada muy buena». Parte de ese éxito llega por las compras anticipadas. «La gente es previsora y lo va congelando, tienen miedo a que los precios suban», apunta Sara García, que confirma, pese a ello, que poco ha cambiado. Los lomos extra de bacalao de su escaparate, a 24,95 euros el kilo, siguen igual que hace un mes. 

Donde sí que se ha notado algo la subida es en ciertas piezas en productos de demanda tan volátil como el cordero o el cabrito, ahora a 24 y 28 euros el kilo, frente a los 22 y 25 respectivamente de comienzos de noviembre. «Desde hace un mes o así, cada semana que pasa sube un poco, hasta que llegue la Navidad, luego volverá a bajar», comenta Iñigo Terroba, de la carnicería Luis G. Terroba, que también señala cómo varios de sus clientes hace tiempo que tienen preparado el menú en el congelador para evitar estas subidas de última hora. Los pedidos para el próximo sábado tampoco cesan.

Por su parte, Alfredo Iturriaga, de la carnicería Iturriaga, certifica que «se está notando movimiento de quienes se adelantan un poquito, incluso en el puente se ha visto gente de provincias limítrofes que han venido a hacer sus compras de Navidad». Habla Iturriaga de los precios competitivos de la plaza de Logroño con respecto a los de otras ciudades y los de grandes superficies:«Los clientes nos dicen que ahí es donde notan más las subidas».

Pero no se limita la oferta navideña a la carne y el pescado. Algunas frutas y verduras también son de época. «El cardo, la escarola y las tomatas son productos fijos, luego hay frutas que se llevan mucho:arándanos, piñas, fresas, frambuesas, lichis...», detalla Johanna Lamiño, de Hortalizas Davalillo. Precisamente el cardo es uno de los productos que se ha encarecido algo, y es que no pierde su clásico prestigio en las cocinas riojanas. «Me sorprende porque vendemos bastante cardo, incluso gente que viene de fuera se lo lleva. Eso sí, es algo que no puedes dejar para el último momento, la gente se adelanta para preparalo», comenta Johanna Lamiño.

Frente a la esperada inflación navideña, la calma es la constante. Al menos por el momento, y es que la recomendación general es no dejar nada para última hora. Puede pagarse más caro.