Médicos de familia amenazan con huelga ante el «descontento generalizado»

Entre otros asuntos, aunque son conscientes de que algunos temas se deben hablar en la mesa sectorial, quieren tratar con la administración –que finalmente, según informaron desde Salud, les ha citado para el próximo martes– las cuestiones que les manifestaron en la carta anterior, como la gestión de la demanda y la mejora de la burocracia.

En la primera misiva aseguraban que se veían obligados a transmitir a los órganos competentes su «profundo malestar y descontento generalizado» ante el deterioro progresivo de la Atención Primaria lo que provoca «una peor calidad asistencial».

Entre otras reclamaciones, exigen un número máximo de 35 pacientes al día para consultas de Medicina de Familia y de 30 para Pediatría, con 300 minutos al día de labor asistencial. De este modo consideran que será posible un tiempo para formación, investigación, tutorización de residentes, actividades comunitarias y reuniones de equipo.

Otro de los puntos es la reducción de la burocracia, como la prescripción de recetas y tratamientos por quien lo indica, desde el inicio y todo el tiempo que dure, y no derivar al médico de familia los procedimientos que corresponden a medicina del trabajo.

En el apartado económico, reclaman subida lineal de 400 euros mensuales en el sueldo base, la revisión anual incremento garantizado de un mínimo de un 2% y siempre acorde con el ajuste del IPC, cobrar los complementos de nocturnidad y festividad, crear el concepto del kilometraje.

Desde CSIF, su responsable de Sanidad, Ángel Laspeñas, sostiene que en el escrito «están representados la mayoría de los médicos Atención Primaria, con un representante de cada uno de los centros más importantes, no sólo unos pocos como dice la Consejería». Además, desde este sindicato respaldan la «totalidad» de las reivindicaciones ya que la situación «lleva años siendo de profunda crisis y no se ha mejorado en absoluto». Por tanto «estaremos a su lado en cualquier medida de presión que quieran llevar a cabo para que la Consejera de Salud les escuche de una vez».

Para Elisa Jiménez Ridruejo, de STAR, «no son momentos en los que se negocien temas que puedan ser utilizados en beneficio político». No obstante, cree que hay margen para abordar muchas de las reivindicaciones que plantean «porque son cuestiones puramente organizativas». En ese sentido, «tienen todo nuestro apoyo, lo mismo que en otro tipo de mejoras que tienen que ser negociadas, pero se tienen que abordar en el ámbito de la mesa sectorial». Antes de valorar la idea de convocar una huelga, asegura que hay que analizar qué apoyo tendría por parte del colectivo y ahora «estamos en ese punto y en el de estudiar otras medidas como la posibilidad suspender la actividad voluntaria de las consultas de rebosamiento», creadas para aliviar las listas de espera.