Jorge Loyo, presidente de la FRM Justo Rodríguez

Jorge Loyo | Presidente de la Federación Riojana de Municipios

«Hemos pedido que el cobre inservible sea retirado cuanto antes»

El alcalde de Anguciana asegura que «la implantación de la fibra hace que el servicio no se vea tan afectado» por los hurtos

Víctor Soto

Logroño

Jueves, 30 de enero 2025, 06:57

El presidente de la Federación Riojana de Municipios y alcalde de Anguciana, Jorge Loyo, reconoce que los robos de cobre y otros metales son una realidad que preocupa, aunque más por la inseguridad que generan que por los trastornos en las comunicaciones. «En La Rioja ... ya se llevó a cabo un apagón del cobre y, dentro del plan nacional para la expansión de la fibra se ha logrado llegar a casi todos los municipios, así que hace que el servicio no se vea tan afectad», analiza. «Algunas localidades, por ejemplo, conectan sus fijos a un antena y cuando se viene abajo el servicio caen fijos, móviles, internet... Contar con la fibra es casi como tener agua, por eso desde la FRM trabajamos para que dé servicio a absolutamente todos», añade.

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Así que la fibra sostiene las comunicaciones, pero los hilos de cobren permanecen anclados al paisaje riojano. «Como saben que no está en servicio, se lo llevan, aunque tenga un dueño, que es Telefónica. Hemos pedido que el cobre inservible sea retirado cuanto antes de tendidos, fachadas y calles. Pero es lento», añade Loyo. Esa situación hace que «a veces los alcaldes tengamos que hacer de policía: ves a alguien con un chaleco amarillo y le preguntas qué hace», indica.

A los robos se suma esa inseguridad que siempre causan los ladrones. Por eso, desde la FRM se han mantenido reuniones con la Guardia Civil para solicitar más presencia en el mundo rural, especialmente en los pueblos pequeños. «Nos han dicho que con la última remesa de agentes habrá más patrullas», asegura. Pero, para ayudar en esa labor preventiva, «se están tramitando más expedientes de cámaras de vigilancia». «Sirven para leer matrículas, vigilar coches... Se trata de una herramienta disuasoria. No queremos que los pueblos sean un gran hermano, pero sí sentirnos más protegidos», recalca Loyo.

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