Los Jesuitas, dispuestos a ceder gratis su iglesia a la diócesis

«Es una parroquia muy viva, unos 400 fieles acuden cada domingo a misa y estos días tenemos 120 niños preparándose para la Comunión, pero hay una evidencia y son las edades», señala Peco, de 60 años. Es el más joven, los otros jesuitas que conforman la comunidad tienen 81, 86 y 91 años. «La orden está formada por 900 jesuitas y 500 de ellos tienen más de 75 años. El año pasado se cerraron tres casas y este puede que sean otras tres», relata en referencia al proceso de reestructuración que esta llevando a cabo la compañía religiosa y que, en el caso de Logroño, además de cerrar su comunidad ha dejado en el aire el futuro de la parroquia.

«Por nuestra parte –añade Peco– no tenemos ningún problema en ceder el local a la diócesis, sería la mejor manera de dar continuidad a la labor pastoral iniciada por los jesuitas en los 80». De esta manera deja en manos de los responsables diocesanos el futuro del templo parroquial. En la propia diócesis admitían ayer que este será uno de los primeros asuntos que el nuevo prelado se encontrará sobre la mesa, si bien ponían cierta distancia sobre un asunto que «debe resolver la propia institución religiosa», sin descartar al mismo tiempo la posibilidad de que sean sacerdotes diocesanos los que pudieran hacerse cargo de la misma. Si esto no ocurriera, apuntaron que las parroquias próximas como Santo Domingo de Silos y Santa Teresita darían servicio. La comunidad religiosa abandonará Logroño, pero seguirá el proyecto educativo de los Jesuitas, con más de 500 años de presencia en La Rioja.

Ayer, el director del colegio, Héctor Olarte, lamentaba el posible cierre de la parroquia por el servicio que viene prestando al colegio, «Nos gustaría que la diócesis tomara el relevo y seguir con la vinculación que siempre hemos tenido con la iglesia, no hay que olvidar que somos un colegio católico», señalaba consciente también del problema de vocaciones que arrastra la diócesis y que pueden condicionar una solución.