«Es importante que el niño o el adolescente tenga confianza y sepa que estamos allí»

Para una detección temprana de la depresión no solo hay que fijarse en el estado anímico o emocional, «es algo que afecta de manera holística a la persona y a todas sus áreas».

De la Vega, que trata de dar pautas para identificar los primeros síntomas de depresión en adolescentes, asegura que esta enfermedad puede afectar también al apetito y al sueño, así como a las funciones básicas: la concentración y la memoria. «Pueden estar más apáticos y puede influir en que haya una bajada en el rendimiento académico y este es otro signo al que estar atentos».

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A nivel social, el niño o el adolescente también se puede mostrar más apático, se aísla y no quiere salir tanto. A su juicio, también será necesario prestar atención si ha habido algún duelo, pero no solo por la muerte, por ejemplo, del abuelo. «A veces no hace falta que sea algo tan drástico, porque lo que a nosotros nos puede parecer una cosa sin importancia: mis amigos no me han llamado, me han dejado de lado, he tenido una ruptura, para ellos, puede ser un acontecimiento estresante». De ahí, que uno de los factores principales es que «el niño o el adolescente tenga confianza y sepa que estamos allí y puede contar con nosotros».

La depresión también se asocia en ocasiones a conductas de riesgo, como consumo de sustancias. En el caso de que aparezcan ideas suicidas o autolesiones «es algo más evidente». La respuesta no es sencilla pero es necesario estar atento y «si acaso ponerlo en manos de un profesional», señala.