Koldo quiso vender mascarillas a La Rioja, pero su propuesta «ni siquiera fue valorada»

El Ejecutivo de Aragón no picó. A Ricardo Mur, Koldo García le pareció «una persona bastante arrogante». Cuando se encontró con la negativa aragonesa, el asesor de Ábalos alardeó de su capacidad de vender el material a otra administración: «Si no las quieres las mascarillas, las colocaré en Baleares, Canarias o La Rioja», replicó Koldo.

Con los archipiélagos sí que hizo negocio, según se ha sabido ahora, pero con La Rioja no. Fuentes del Ejecutivo de Concha Andreu ratifican que no se adquirió una sola mascarilla de la empresa patrocinada por Koldo García. Según indican, aunque el asesor de Ábalos sí se llegó a poner en contacto con la Consejería de Salud, ni siquiera se valoró su oferta: «En aquellos días hubo muchísimas propuestas, de todo tipo y condición –señalan–. Cuando se recibió su llamada ni se llegó a tomar en consideración porque ya nos habíamos aprovisionado. Lo que está claro es que no se compró nada».

La Rioja decidió aprovisionarse de mascarillas tras cerrar acuerdos con empresas arnedanas del calzado, pero también se vio víctima de un fraude. El Gobierno de Andreu cerró un acuerdo por vía de urgencia con la firma granadina Tec Pharma, que hasta entonces se dedicaba a suministrar suplementos alimenticios para culturistas y a otros productos de parafarmacia. Tec Pharma, que también vendió respiradores al Ministerio de Sanidad, se comprometió a entregar al Gobierno riojano 900.000 mascarillas a cambió de 2,9 millones de euros.

El dinero se pagó y los protectores llegaron, pero los análisis posteriores demostraron que el 90% del material (890.790 mascarillas) era defectuoso.Tras dos expedientes que acabaron caducando en manos de la Administración, el Seris, después de encargar un informe del Consejo Consultivo, formuló una tercera reclamación, en la que requería a la empresa Tec Pharma la devolución de la cantidad pagada por las mascarillas 'fake' más 300.000 euros en calidad de indemnización. En total, 2,9 millones de euros.

La firma, con sede en Armilla (Granada) presentó alegaciones. Se negaba a pagar el importe requerido, al estimar que la mercancía se entregó, al tiempo presentaba un recurso ante los tribunales.