Un futuro de cañas sin pena capital

El objetivo del estudio era, según fuentes de Medio Natural, insistir en la línea de «compatibilizar las demandas y la satisfacción del colectivo de pescadores con la gestión sostenible del recurso».

Aunque uno de los ejes clave del sondeo era conocer la tendencia de las diferentes modalidades de pesca, tradicional y sin muerte, se ha aprovechado también para indagar en otros aspectos de esta actividad, entre otros determinar el peso específico que tienen la pesca de la trucha, de ciprínidos y de especies invasoras; calcular el impacto de la pesca en la economía regional; conocer la opinión del colectivo de pescadores sobre la problemática de los ríos riojanos; y fijar un perfil de los aficionados con licencia en la comunidad.

Respecto a las modalidades de pesca de trucha, los resultados del sondeo han revelado que aunque la pesca sin muerte y la tradicional están todavía muy equilibradas en la región, la primera gana cada vez más adeptos, sobre todo en el grupo más joven del colectivo. Así, el 42,1% de los encuestados confiesa que pesca únicamente sin muerte, el 39,1% lo hace solo de forma tradicional y el 17,1% alterna ambas modalidades. Tras promediar dichas respuestas en función de su análisis, la Consejería concluye que el 51,1% de los aficionados practican la pesca no extractiva y el 48,9%, la tradicional.

Por edades, la pesca sin muerte resulta más atractiva para los más jóvenes, ya que son los adolescentes y el grupo de 30 a 45 años los que optan por dicha modalidad, con el 75,7% y el 64,1%, respectivamente. A partir de los 45 años, el interés por la pesca tradicional crece hasta llegar en la franja de mayores de 60 años al 68,7%.

En este sentido, Medio Natural entiende que tanto la demanda actual como sobre todo la futura van encaminadas hacia la pesca no extractiva, tendencia que, recuerda, «ya se refleja en la gestión de los últimos quince años, en los que se han incorporado un buen número de tramos, jornadas y periodos dedicados en exclusiva a esta modalidad, una apuesta que este año se reforzará aún más, lo que nos aproximará al casi total equilibrio de oferta entre pesca tradicional y no extractiva».

En concreto, la temporada de este 2019, que arranca el 31 de marzo de forma general en aguas trucheras -en zonas altas será el 14 abril y en los cotos naturales de Urbión, Neila y Brieva el 1 de mayo-, se van a abrir cinco nuevos tramos de pesca sin muerte, repartidos en tres cotos y dos tramos libres, que suman 17 kilómetros nuevos destinados a esta modalidad de pesca: el tramo 2 del coto de las Viniegras, los tramos 1 al 4 en el coto de Anguiano, los tramos 5 al 8 de Villanueva y los tramos libres sin muerte de Arenzana y Panzares.

Otros aficionados no tendrán que esperar tanto para sacar los aparejos, ya que el coto intensivo de La Grajera se abre el 24 de febrero, el de Anguciana el 3 de marzo y los embalses de Mansilla y González Lacasa el 17.

La encuesta ha servido también para ratificar que la trucha es la estrella en La Rioja, ya que además de que siete de cada diez pescadores (71,7%) se decantan por ella, el 53,3% confiesa que es la única especie que captura. A mucha distancia aparecen los ciprínidos -carpa, barbo...-, seguido de las especies exóticas -siluro, alburno, lucio...- y cangrejos. La edad también es clave en este capítulo, ya que mientras el colectivo de 46 a 59 años es totalmente truchero, los de menos de 30 años prefieren las otras especies, como en el caso de los ciprínidos, donde la mitad de los pescadores es todavía menor de edad.

De cara a optimizar la gestión, la Consejería ha querido trazar también las preferencias por lugares para lo que se animó a los encuestados a elegir cuatro ubicaciones. Su resultado coloca al río Najerilla a la cabeza, con el 34% de las citas y con los tramos de Anguiano y las Viniegras como los más visitados, con el 16,2% y el 7,8%, respectivamente. Tras el Najerilla, figura el Iregua, con un porcentaje del 29,4% y un predominio de los municipios de Torrecilla en Cameros (12,4%) y Viguera (4,3%). Tras estos dos ríos, el tercer puesto en preferencias lo ocupan los embalses, con el 19,6% de los votos, el González Lacasa con 8,1% y Mansilla con 7,1%.

En el capítulo de los ríos, las respuestas de los encuestados han servido también para constatar que el 45% de los aficionados opina que la gestión de la pesca no es la más adecuada, aludiendo sobre todo a la escasez de repoblaciones y el pequeño tamaño de los ejemplares, a la escasez de agentes forestales para ejercer una vigilancia eficaz y a la cambiante y compleja legislación.

Otro de los apartados del sondeo certifica la importancia de esta actividad en la región, que mueve más de 3 millones de euros anuales, con un gasto promedio de unos 525 euros por pescador. Con una tercera parte de este dinero destinado a la adquisición de material, el combustible y el mantenimiento de vehículos suponen más del 43% del gasto. Con entre el 5 y 6% reservado para las licencias y permisos, el restante 14% acaba en la hostelería y la restauración.

Y como todo estudio que se precie, el informe ha servido para trazar el perfil tipo del pescador de los ríos riojanos, un hombre (la mujer solo representa el 6,7% del colectivo) de 43,1 años, ya que casi dos de cada tres, el 63,1%, tiene entre 19 y 59 años. Con 935 jóvenes de 18 años o menos con licencia, el 14,4% del total, la afición mantiene su atractivo para la gente de avanzada edad, ya que el 22,4 de las licencias pertenecen a pescadores mayores de 60 años.

Afición o pasión, la práctica de la pesca se ha medido también con esta encuesta: la gran mayoría, el 74,%, le dedica entre 1 y 20 días al año, con un tiempo promedio de 17,77 días.