«Yo llevo doce años sin llevarme una trucha a casa»

«Es cierto que hay quien aboga por ella, pero también otros muchos que reclaman su derecho a pescar alguna trucha y poder cenárselas con su familia, como toda la vida. Yo, mientras se respeten los cupos de Medio Natural, me parece bien también la pesca tradicional, que es la que yo defiendo y practico, aunque llevo doce años sin llevarme una trucha a casa porque prefiero soltarlas», dice antes de aportar algunas estrategias más a impulsar: «¿Que esta es una opción más y hay que cuidarla? Pues bueno, sí, pero también los volúmenes de agua, los caudales mínimos, la contaminación... Hay que proteger determinadas zonas de ríos buenos que tenemos con más vigilancia y otras, como algunos cotos intensivos, donde hay que seguir repoblando con trucha arcoiris, mal que nos pese, para que los pescadores puedan disfrutar de su afición y quitar presión a la autóctona en las otras zonas».