Frentes abiertos para un curso con más cambios

Con el cambio de Gobierno, varias de las actuaciones del anterior ejecutivo socialista en materia educativa prometían ser modificadas por el PP, sin embargo, desde la comunidad educativa riojana denuncian el silencio de la nueva Administración. «La Consejería no se ha sentado con las organizaciones sindicales para empezar a dialogar y eso ha provocado malestar y situaciones indeseadas», denuncia Carmen Fernández, secretaría de Enseñanza de UGT La Rioja. En la misma línea, David Calvo, secretario de Educación de STAR, expone que «llevamos desde julio solicitando una mesa sectorial para hablar de este inicio de curso y marcar los aspectos prioritarios, pero no se ha producido. Tampoco conocemos al equipo de la Consejería, no se nos ha presentado».

«Nos preocupa muchísimo qué línea va a seguir este nuevo Gobierno, si va a apostar por la educación pública y de calidad o si va a llevar la línea de antiguos gobiernos del PP. Estamos en septiembre y no hemos tenido ninguna reunión», subraya por su parte Pedro Antolín, secretario general de la Federación de Enseñanza de CC OO La Rioja.

Los sindicatos coinciden al señalar como un problema la ausencia de parte del profesorado en los primeros días por el retraso en la publicación de las listas de interinos. «Muchos profesores de sustituciones se van a incorporar el lunes 11, cuando las clases comienzan el 7. Todos los docentes deberían estar el primer día en sus puestos», apunta Gustavo Navas (ANPE). Las últimas listas se conocerán el jueves, si bien la denuncia va más allá, pues el calendario de adjudicación de vacantes se retrasó de julio a agosto. «Es algo que se puede corregir con un poco de previsión, pero no se ha tenido», apunta Pedro Antolín (CCOO), y Carmen Fernández (UGT) incide en que «van a llegar los alumnos a las aulas antes que muchos profesores, algo que afectará al normal inicio del curso».

La nueva ley educativa, la Lomloe, que centra su propósito en el desarrollo de competencias en el alumnado, se integra este año en todo el ciclo escolar. Después de que el pasado ejercicio empezase a impartirse en los cursos impares, este año también se abre a los pares. «La implantación fue un despropósito en cuanto a precipitación», denuncia Carmen Fernández (UGT) y es que las denuncias de las organizaciones educativas se centran en los plazos y la falta de herramientas.

«Este año debería ser menos caótico», confía Gustavo Navas, presidente de ANPE, mientras que David Calvo (STAR) añade «los problemas en la exigencia con la plataforma Gauss. Podía haber estado bien como herramienta de gestión pero estamos en contra de su imposición». Pedro Antolín (CC OO) opina en este sentido que «la Lomloe trae cosas buenas, pero el nivel de papeleo que exige al profesorado es exagerado».

En los últimos años, el máximo de alumnos por aula se ha visto reducido de forma paulatina y en este curso, 1º y 2º de la ESO estrenan una nueva ratio de 28 estudiantes en cada clase. En Infantil se bajó a 20 y en Primaria, a 25. Sin embargo, los sindicatos de profesorado lo consideran «insuficiente», como apunta Carmen Fernández (UGT), que reclama que «debería ser de 20 alumnos en todos los niveles». «La calidad educativa depende del número de estudiantes por aula, reducir la ratio es garantía de éxito», aporta David Calvo (STAR).

La relación entre la red concertada y el anterior Gobierno fue convulsa, tanto que Carlos Torres, presidente de Concapa Rioja, habla de «discriminación y ataque ideológico». Espera que el nuevo ejecutivo «garantice un sistema en el que las redes pública y concertada convivan de forma complementaria y que todos los alumnos reciban un trato igualitario». Por su parte, Alejandro Vesga, de USO, sindicato mayoritario en la concertada, aspira a «poder restablecer una relación normalizada entre la Consejería y la mesa sectorial de la red concertada», y denuncia que sus centros «sufrieron un recorte del 4%, mientras que la inversión en los públicos crecía más de un 20%». También reclama una «homologación de las jornadas lectivas».

El anunciado regreso a la zona única de escolarización para Logroño divide a la comunidad educativa. Desde la red concertada lo ven positivo, como señala Carlos Torres: «La zonificación limita la libertad de elección de las familias». «Estamos a favor de este cambio y confiamos en que el decreto de zonificación sea modificado», aporta Vesga (USO).

Por otra parte, entre el resto de sindicatos la oposición es total. «La estructura de zonificación debería revisarse, pero volver a la zona única es un error», señala David Calvo (STAR). «Supondrá retroceder cuatro años en algo que se había mejorado», comenta Pedro Antolín (CCOO). «Toda la tipología de población debería estar más repartida entre los colegios, que fueran más similares a la hora de acoger a toda clase de alumnado, y la zona única no va a favorecer eso», comenta Estaban García, secretario técnico de FAPA Rioja.

Otras muchas cuestiones planean sobre este inicio de curso. Una de ellas es la mejora de los menús de los comedores escolares. «Se ha comprobado que la comida de 'catering' no cuenta con suficiente calidad, por lo que demandamos que todos los colegios dispongan de cocineros propios para un mejor servicio», expone Esteban García, de FAPA. Otro tema recurrente en los últimos años es «el trabajo de la educación emocional y la salud mental en los centros», como señala el propio García. «Pediremos a la Administración que se potencien los equipos profesionales en este ámbito y que se forme a los docentes», explica Gustavo Navas (ANPE). «Hacen falta orientadores, psicopedagogos, enfermeros...», recalca por su parte Carmen Fernández (UGT). El decreto de convivencia y su posible modificación o eliminación, la estabilización de los claustros, el refuerzo de la escuela rural o la educación gratuita de 0 a 3 años son otros de los temas a abordar por un curso que comienza el jueves y al que no le faltan materias.