«Es más fácil evitar que una persona caiga en la exclusión que después sacarla de ahí»

– La tasa de pobreza o exclusión social sigue por encima del 20%, ¿cómo analizan estos datos desde Cruz Roja?

– Desde la primera crisis, allá por 2008, hemos notado un aumentado en el número de familias que podían llamarse normalizadas que se acercan a Cruz Roja. Con el covid y la actual subida de los precios, existen muchos hogares que antes llegaban justos a cubrir sus necesidades pero que han cruzado esa barrera y ahora no llegan. Sí que estamos trabajando cada año con una media de 700 familias en extrema vulnerabilidad, pero lo que arrojan los datos es que la situación es complicada para muchos y que tenemos que hacer un esfuerzo para impedir que quien está en el límite de la exclusión social no caiga en ella. Es más fácil evitarlo que después sacarlos de ahí. Contamos con un porcentaje de gente que están en pobreza severa y es muy complicado, es una pobreza crónica.

– La pandemia golpeó en muchas familias riojanas que no se han podido recuperar de ello...

– Aunque el covid sigue existiendo, el problema es que pronto entramos en una guerra a las puertas de las fronteras de la UE. La primera consecuencia fue un encarecimiento del gas, combustibles y energía, entrando de nuevo en otra pequeña crisis económica influida por la inflación. Toda esa suma de factores acaban pasando factura. Muchas familias estaban ya pasándolo mal, sobreviviendo, y al añadirse nuevos problemas han caído en los índices de pobreza.

– ¿Existe un nuevo perfil de persona que se acerca a organizaciones como Cruz Roja en situación de vulnerabilidad?

– Mayoritariamente seguimos trabajando con perfiles que pueden considerarse clásicos: minorías étnicas, migrantes, personas en situación administrativa irregular... Es cierto que con la pandemia todo el mundo lo pasó mal, pero especialmente todas las personas que estaban trabajando en la economía sumergida. Además, cada vez más familias están llegando para pedir ayuda en el tema de pobreza energética, que es una de las grandes batallas ahora. Uno de los bienes que más subió es precisamente la energía. Muchos hogares, que antes no tenían problemas en poner la calefacción, han tenido que tomar medidas. Se nota cierto cambio en el perfil de familias.

– Más allá de la tasa de pobreza, los hogares con dificultades han subido en un 5%.

– Es lo que notamos todos. Cada vez que vas a hacer la compra, ves los precios y te lo piensas. El encarecimiento de los alimentos frescos choca con las bondades de nuestra dieta mediterránea y se traducen en un empeoramiento de la salud que provocará muchos problemas. Es la pescadilla que se muerde la cola. La inflación ha influido mucho en las condiciones de todos los hogares.