Educación incrementa el número mínimo de alumnos por aula en los concertados en todas las etapas educativas

En el segundo ciclo de Educación Infantil, quizá el más polémico de todos y en el que la Consejería de Educación ya anunció su intención de suprimir hasta 10 líneas en los centros concertados reduciendo así la oferta en el proceso de escolarización, la resolución publicada esta mañana establece que en el caso de Logroño la relación media de alumnos y profesores por unidad escolar será de 21 alumnos, cinco más que los acordados hace ahora un año por la Consejería que pilotaba Alberto Galiana (entonces la ratio mínima fue de 16 alumnos por aula, uno menos que el curso inmediatamente anterior).

En el resto de localidades se fija en 23 para los centros de Alfaro (estaba en 18 para el curso actual); en 24 para Arnedo y Calahorra (estaba en ambas localidades en 19); en 23 para Haro (estaba en 19); en 18 en Nájera (15); y en 19 en Santo Domingo (estaba en 16). En todo caso, dice la resolución que todas las ratios establecidas «podrán ser adaptadas por la Dirección General de Educación en función de la evolución de la matrícula del centro en los cursos anteriores, posibles escolarizaciones tardías, las características específicas del centro o del alumnado matriculado, entre otras circunstancias que pueda apreciar la Dirección General de Educación». De igual manera, apunta que «no será necesaria la autorización de la Dirección General de Educación cuando, aun sin alcanzar en algún curso las relaciones medias mínimas aprobadas, no sea posible agrupar unidades en ese curso por superarse las ratios máximas de alumnos por unidad escolar establecidas por la normativa vigente».

En Educación Primaria, las ratios mínimas quedan fijadas entre los 21 y los 24 alumnos (estaba entre 18 y 19 en el actual curso); en Secundaria, entre 21 y 27 (hasta ahora la horquilla oscilaba entre los 17 y los 22 alumnos); y en Bachillerato (para el caso de Jesuitas) será de 29 cuando hasta ahora estaba en 25.

El consejero de Educación, Luis Cacho, en la rueda de prensa ofrecida para valorar el impacto del probable paso de La Rioja a la Fase 1 de desescalada, ha apuntado que se trata «de una medida establecida en la normativa básica de gestión de los conciertos que permite revisar las unidades concertadas cuando no cumplan con las ratios medias equivalentes en el sistema educativo público». Tras esa explicación, sí que ha detallado que será la base a partir de la que se establezca la oferta de plazas de los centros concertados en la próxima mesa de conciertos, prevista para el 14 de mayo.