Dirección y comité de Garnica acuerdan cómo indemnizar el ERE a la espera de concretar los despidos

La compensación económica pactada por la empresa y los sindicatos –CC OO del Hábitat es la central mayoritaria– alcanza los 33 días por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades. Estas cantidades las percibirián tanto los trabajadores de oficinas que finalmente sean afectados por el ERE como quienes se presenten voluntarios para dejar la plantilla de Garnica, que por ahora son alrededor de cinco. El periodo para sumarse al listado de bajas voluntarias se ha ampliado en dos días, hasta el domingo 24 de septiembre.

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Sin embargo, el acuerdo sobre el número total de empleados despedidos todavía no se ha alcanzado. Garnica planteó inicialmente un ERE con 45 salidas, una cifra «totalmente desmesurada» según los trabajadores y sus representantes sindicales, a pesar de que la carga de trabajo y de pedidos haya caído en los últimos meses. De hecho, este descenso en la actividad ya se había ido compensando en la parte productiva con expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs) en las dos plantas de Garnica en Baños de Río Tobía y en la de Fuenmayor.

Ahora la compañía, que hace un año fue comprada por el fondo de inversión Carlyle –actual propietario de Bodegas Bilbaínas y que con anterioridad lo fue de otras importantes compañías riojanas como Palacios Alimentación o Arsys–, ha rebajado esas pretensiones hasta los 34 despidos, pero la cifra todavía no satisface ni mucho menos al comité. Los portavoces de los trabajadores consideran que con 26 salidas «sería más que suficiente».

Esa diferencia de ocho salidas parece, a día de hoy, complicada de salvar. Las dos partes se han dado ahora una semana para reflexionar sobre los puntos de encuentro y desencuentro para volver a reunirse a partir del próximo lunes con la pretensión de cerrar el acuerdo.