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Hace 82 años que la familia Garnica ponía en marcha un aserradero en Baños de Río Tobía que fue el germen de un grupo multinacional que mantiene en su nombre el apellido de los fundadores, que tiene la sede en La Rioja, pero cuyo ... control depende desde hace tiempo de los fondos de inversión. Ahora son los propietarios de las compañías de gran tamaño como puede ser el caso de esta empresa que es un referente mundial en la industria maderera y de contrachapado.
En octubre de 2022, el fondo Carlyle hacía su desembarco en el grupo Garnica Plywood después de cerrar la compra de la mayoría de las acciones a otro fondo, Intermediate Capital Group (ICG), por un montante económico que rondó los 500 millones de euros. La familia Garnica así como parte del equipo directivo y algunos accionistas siguen manteniendo una cuota de participación en el negocio. Impulsar el crecimiento en los mercados premium de madera y ampliar su gama de productos eran, y siguen siendo, sus objetivos.
Plantas productivas Además de las tres ubicadas en La Rioja (dos en Baños de Río Tobía y una en Fuenmayor) –se suma la sede central de oficinas–, Garnica tiene fábricas en Valencia de Don Juan (León) y Llodio (Álava). Y fuera de España cuenta con dos en Francia (Aquitania y Troyes) y proyecta otra en Uruguay.
Trabajadores Alrededor de 1.350 si se incluyen los 150 previstos en la futura planta uruguaya.
Facturación 350 millones de euros es la cifra anual estimada por la compañía.
Clientes En torno a 650.
Exportación Los productos elaborados por el grupo Garnica llegan a medio centenar de países de todo el mundo.
Y una de sus primeras decisiones de calado fue abrir una planta en Uruguay, en la ciudad de Treinta y Tres, que espera que sea realidad en 2024. Sin embargo, estos proyectos de crecimiento han coincidido en el tiempo con las dificultades por las que han atravesado las plantas riojanas de Baños de Río Tobía y Fuenmayor que han sufrido diversos expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) debido a causas productivas.
Ahora la situación parece agravarse porque se habla, por primera vez en tiempo, de despido de trabajadores. Cuando se conoció la noticia de la llegada de Carlyle a Garnica hace casi un año, los sindicatos reaccionaron con «tranquilidad. No tenemos miedo, al menos por el momento, a la pérdida de puestos de trabajo porque los dueños siempre nos han transmitido sus intenciones de mantener el empleo». Sus temores eran otros como la posibilidad de no retener inversiones o el impacto de factores externos como la inflación o las consecuencias de la guerra en Ucrania. Y la caída de producción y de pedidos, el argumento que ahora ha expuesto la empresa al comité para presentar el ERE, viene provocada por esa alza de precios y por la crisis geopolítica.
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Juan Carlos Berdonces
La trayectoria de Carlyle en La Rioja comenzó ya hace muchos años porque a finales de 2007 este fondo –así como la sociedad de inversión Mercapital– se hacían con el 79% de la propiedad de Arsys. Su participación en la firma de dominios de internet se prolongó hasta 2013. Dos años después, en 2015, regresaba a nuestra comunidad para comprar Palacios Alimentación a ProA Capital. Esta 'aventura' riojana duró menos tiempo, hasta 2019, cuando Carlyle vendía a MCH y Ardian el 80% del grupo alimentario con sede en Albelda por alrededor de 250 millones de euros.
Y en ese 2019 Carlyle compraba prácticamente el 100% de Bodegas Bilbaínas a través de una oferta pública de adquisición (OPA) lanzada sobre las acciones de la compañía. Carlyle sigue siendo propietario de esta empresa vitivinícola con sede en Haro y que forma parte del grupo Raventós Codorníu.
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