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Al final de la calle Daniel Menchaca de Galilea, al lado de una vía sin pavimentar, permanecen la estructura de un bloque de pisos y una hilera de unifamiliares. Todo abandonado, lleno de maleza y de desperfectos. Es parte del proyecto de una urbanización, ahora en manos de la SAREB, que simboliza los despojos del tsunami inmobiliario de 2008.
La alcaldesa Nuria López Oliván asegura que lleva parada más de diez años y, desde hace tiempo, se ha buscado un interlocutor para solucionar el peligro que suponen estas construcciones. «Hace un año desapareció la valla junto al camino y el Ayuntamiento tuvo que poner un mallazo provisional con un cartel de 'Prohibido el paso, propiedad privada' en el acceso principal», explica la alcaldesa. Aun así, se puede seguir entrando desde el camino de tierra salvando un pequeño murete donde estaba la valla sustraída o, bien, por la parte de atrás rodeando el bloque de hormigón.
«Algunos suben hasta la parte superior del esqueleto del edificio donde incluso hay grafitis. Debajo del armazón se habían proyectado los garajes; tiene un enorme agujero que no se ve por la maleza y cuando llueve mucho se inunda. El peligro resulta evidente», lamenta López.
nuria lópez oliván | alcaldesa de galilea
«Los catorce unifamiliares adosados estaban terminados, para entregar. En estos años han roto puertas y en alguno hicieron fuego dentro. Tenían montadas las cocinas y la calefacción. Han desaparecido de casi todos y han robado hasta el cableado», señala regidora.
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Fuera están los enganches al agua de boca, unos agujeros al lado del camino que el Consistorio tapa con palés para que la gente que pasa no caiga.
«Nadie nos ha comunicado la situación de esta obra parada y hace unos quince días nos enteramos de que pertenecía a la SAREB. En el último pleno municipal acordamos que el secretario enviase una carta con fotografías para que intervengan. No sabemos si se podrá reanudar la construcción o habrá que tirar el armazón del edificio. Pedimos, por lo menos, que vallen y limpien la zona para evitar el peligro», indica la alcaldesa.
Junto al bloque hay otra parcela que también pertenece a la sociedad estatal desde hace varios años. El Consistorio suele limpiarla de matorrales cuando envía aviso por riesgo de incendio.
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Alfonso Torices (texto) | Madrid y Clara Privé (gráficos) | Santander
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Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
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