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Ayuda millonaria y urgente para el monasterio de Suso. El Consejo de Ministros ha aprobado este martes un proyecto de intervención de 4,5 millones de euros para paliar la «inestabilidad estructural» del monasterio. Las obras tienen un plazo de ejecución de 24 meses y las llevará a cabo el Instituto de Patrimonio Cultural de España.
La situación resulta alarmante para el cenobio, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco hace 27 años. Cultura la justifica por «la actual inestabilidad estructural del edificio que, sumado a las persistentes filtraciones de agua, incrementadas por recientes lluvias torrenciales acaecidas en La Rioja, comprometen la integridad estructural del conjunto monástico».
El objetivo de las obras es doble: primero, acabar con los focos de humedad y desviar las aguas superficiales del entorno y, en segundo lugar, facilitar la consolidación estructural del edificio y del terreno sobre el que se asienta y adosa.
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Víctor Soto
Con el propósito de proteger el edificio de las filtraciones de agua durante el transcurso de la obra, se instalará una sobrecubierta provisional que será retirada una vez quede garantizada la estanqueidad del conjunto. Las obras implicarán la actuación sobre las cubiertas del conjunto y resto de elementos constructivos afectados por procesos patológicos, con especial atención a los movimientos estructurales activos presentes en las estructuras murarias, arcadas y soleras, explica la nota de prensa del Ministerio.
La importancia del corazón monástico de San Millán obligará a realizar diagnósticos no invasivos, monitorización de movimientos estructurales, investigaciones y seguimiento arqueológico, y caracterización de materiales, entre otros. Estos estudios se sumarán a los realizados por el IPCE hasta el momento: un levantamiento fotogramétrico del edificio y un estudio geofísico y geológico del entorno.
El Monasterio de Suso conserva el templo y las cuevas originales. Documentado desde el siglo VIII, aunque construido posiblemente en la segunda mitad del siglo VI como capilla rupestre en vida de San Millán (473-574), el monasterio sobrevivió a la dominación islámica y recibió importantes donaciones, especialmente de los reyes navarros. En 1067, Sancho el Noble consagró la nueva iglesia del Monasterio de Yuso, dejando Suso como lugar de devoción.
El conjunto monástico de San Millán de la Cogolla, formado por los Monasterios de Suso y Yuso, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997, y destaca por su impacto religioso y cultural en La Rioja y Navarra, y su vinculación con el origen de la vida monástica en España y la lengua castellana. Las glosas en castellano primitivo del siglo X son uno de los primeros testimonios del idioma.
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